sábado, 31 de diciembre de 2011

Año nuevo, vida nueva.

El año está por terminar; estamos a solo un par de horas para que comience un nuevo día, un nuevo mes, un nuevo año. No solamente ha pasado un año desde que comencé este proyecto que pretendía mostrar muchas cosas de mi y uno que otro pensamiento suelto, sino también han pasado muchas cosas que tengo que tachar como también rescatar que han permitido que el día de hoy haga un breve pero merecido reconocimiento en este humilde espacio, donde apenas yo y unos cuantos más lectores revisan y siguen mis sencillas palabras.

No puedo comenzar esto sin antes agradecer a varias personas que me permitieron llegar hasta donde estoy el día de hoy.

Que puedo decir: a Fito por haberme mostrado la gran oportunidad de lo que es expresar nuestra visión de vida por medio de un espacio virtual como este: es como Desde mi Oscuro Rincón fue que emprendí con una idea loca llamada el retrato de Dorian Gay, además de ver como alguien puede emprender ideas y proyectos y luchar por ellos pese a algunas adversidades. Te felicito Fito pues ahora estas lejos, pero no sabes cuan importante es tu apoyo y tus sabias palabras.

También tengo que rescatar a Rafael: este personaje que ya casi conozco un año me permitió ver que realmente se puede triunfar en esto, si se propone perseguir y luchar por los sueños. Tal vez fue mi apoyo más grande en las decisiones más importantes tomadas en este año; el entrar a trabajar con esta entidad del estado y el haber tomado la opción de independizarme. Gracias por esos espacios que hemos compartido y por los que seguiremos compartiendo ya que estamos más cercanos, por tus sabias palabras y por esos deseos que solo un amigo me puede brindar. Y bueno, con el también conocí a Fernando, un gran amigo que también he tenido un poco descuidado, pero que también entiende y apoya muchas de mis decisiones. A ellos, muchas gracias.

A John y a Darío, ellos son los personajes que se animaron a acogerme en su morada y eso que la propuesta ya estaba hecha desde hace casi tres años atrás. Me siento muy feliz pues son esas personas que conocí casi desde que me embarqué en el mundo de la homosexualidad y son un buen ejemplo a seguir. Desde que recuerdo, siempre los he visto felices, así como los vi esa primera vez, lo veo el día de hoy; siempre sonrientes, siempre alegres. Ellos me permitieron creer en esto, pues me han guiado y me cogieron de la mano para mostrarme con calma y sin premura lo que es el mundo gay. Ahora, ya que vivo con ellos, les agradezco que hayan sido los primeros que me brindaron la oportunidad de darme un espacio de independencia.

Ahora, este año particularmente fue de muchos compañeros que conocí en un pequeño espacio que quedaba ubicado en San Diego y que después se trasladó hasta el corazón de Chapinero. A todos ellos, los amigos y compañeros de ColombiaBear, me mostraron un lado agradable al conocer muchos perfiles, muchas personas tan diferentes, muchos pensamientos, muchos estilos de vida, pero todos unidos bajo el mismo concepto de fraternidad. Es ese agrado con el que puede uno ir y sentirse tranquilo pues muchos te conocen y no te puedes sentir como en un montón de extraños, es una sensación agradable. Me agradaría poder trascender de ese espacio para conocerlos mejor; la tarea ya empezó con algunos y ojalá este año permita que siga siendo así. Es una linda oportunidad de compartir con varias personas en un grupo donde tenemos un gusto común.

También compartí con un grupo llamado los CubRockerz donde pude conectarme más con mi gusto con la música Rock y con gente que también sabe mucho al respecto. Muchas de estas personas las conocí por un espacio virtual, a otros tengo la oportunidad de conocerlos en persona y es un proyecto que es interesante: lástima que la administración del grupo gire en torno a una persona que tal vez quiera de esto un proyecto de índole privada por lo que se reserva un “derecho de admisión”. Tuve problemas con uno que otro personaje que valoré y consideraba mis amigos, pero eso también me sirvió de lección. Esto me enseño que una amistad realmente se cultiva y no se exige y que no podemos confiar del todo en las personas si sabemos que estas claramente no son personas de fiar. ¡Ah, que idiota soy a veces!, pero eso no son penas, dicen por ahí.

Y no podía dejar de lado a mis lectores: jajaja, sé que serán pocos, pero son mis lectores. Gracias pues este espacio también es para ustedes, las críticas y sugerencias recibidas son bien atendidas y claro, ahí estoy pendiente de cualquier apunte que realicen. Y bueno, las demás personas con las que compartí este año, son varias, este año si puedo decir que conocí mucha gente y muchos quedaron en un buen recuerdo y otros todavía con los que puedo charlar pues que gracias por los espacios compartidos conmigo.

Ahora bien, ya que agradezco con emoción a ellos, también resalto mis logros y fracasos de este año.

Como sabrán, me independicé hace poco tiempo, ese propósito que me planteé desde hace un año exactamente hace poco lo hice realidad. Ya tuve la oportunidad anteriormente de expresarme al respecto y hoy ya tres semanas viviendo fuera de casa me he sentido muy alegre por haber realizado y cumplido esta promesa que me hice a mi mismo. También logre un excelente trabajo que por supuesto me permitió tomar la decisión que nombré anteriormente.

Emotivamente no fue un año próspero que digamos: dos intentos de relación que yo mismo clasificaría como fallidas es una estadística que este año tengo que estar más pendiente de lo que yo quiero con mi vida sentimental. No me puedo proponer ser feliz con alguien, pero si tal vez el tomar mejores medidas al momento de conocer a alguien y así cerciorarme de que si eso es realmente lo que quiero o no. Pero bueno, a estas dos personas les agradezco mucho el haberme brindado esos espacios compartidos y por supuesto, a ellos no les puedo decir que fueron un fracaso mio, por el contrario, fue poco el tiempo que se compartió pero los disfrute mucho y les agradezco por ello.

La familia estuvo bien, las amistades con altibajos pero de eso no me puedo quejar, en general todo estuvo bien.

Y ya, este cierre de año miro en una retrospectiva y puedo observar que logré grandes cosas, así que es motivo de orgullo cerrar este año y darle la bienvenida a otro con la satisfacción de que se cumplió el deber y de que a pesar de unos pequeños percances, todo salió a pedir de boca. Este año que viene promete nuevas vivencias que anhelo con ansias poder disfrutar y vivir. Espero que también este proyecto siga en camino y estaré comprometido de que sea así.

No me queda por desearles un muy feliz año 2012 y que todos los propósitos de vida para este nuevo año se realicen de manera satisfactoria.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Un nuevo ciclo de vida.

Hoy ya han pasado ocho días desde que emprendí la decisión de irme de la casa. Hoy estuve un momento de la mañana y tarde con mis padres compartiendo lo que fuese un almuerzo normal de fin de semana. La sorpresa es que tenían un brindis preparado a mi honor: “este brindis lo dedico porque todos estamos de nuevo en esta mesa, porque Ferney está con nosotros y porque podemos tenerlo a nuestro lado en este almuerzo…”.

Es un poco dramática aun la situación en mi casa: pude ver que en mi cuarto habilitaron lo que alguna vez era el estudio; al parecer no querían un espacio solo y vacío en la casa. Mis padres con un interés genuino escucharon las pocas historias que habían sucedido en estos días, incluyendo los exámenes presentados en la universidad, la despedida de fin de año de la empresa y los quehaceres que había realizado en estos días. Me sentía feliz al verlos, es un poco extraño, pero no crean, los viejos siempre serán los viejos, independiente de las cosas que puedan suceder. Sobretodo mi mamá, verle esa alegría y como me manifestó la emoción de verme: eso me conmovió.

Ahora que he arribado a mi nuevo hogar y ver que mis compañeros de cuarto no están, me deja esa leve sensación de soledad. Bueno, eso es lo que quería, tener ese espacio de soledad y de poder pensar las cosas que he realizado y las que tendré que realizar para seguir con vida en este proyecto que emprendí pero que la verdad si es algo complicado y difícil para sobrellevar: no niego que en mi casa vivía como un rey. Mi madre es lo más atenta posible y siempre procura que todo esté en orden. Acá no niego que todo está en orden, incluso mis amigos lo son, pero es diferente pues esta vez el orden corre por mi cuenta. Si bien he sido organizado con mis cosas materiales, mis emociones no siempre están de esa misma forma.

A veces los pensamientos parecen un nudo de ideas...

Todo lo que he aprendido de la vida ha sido gracias a muchas vivencias y ocurrencias que deben suceder para que uno pueda ver evidentemente una lección. Las que no han sucedido es tal vez porque no he tenido la oportunidad de que ocurran o porque todavía no me he dado la oportunidad de vivirlas para saber y experimentar con ellas. Mi filosofía siempre se ha argumentado sobre una postura algo empírica y por ello siempre me doy a estas cosas, como irme a vivir solo, para saber realmente y poder vivir realmente estos momentos y así concluir a mi modo algo al respecto. De esta nueva etapa todavía no puedo decir nada: pensaría que mis amigos han sido un tanto benevolentes y por ende todavía las cosas van fáciles, pero después no sabría qué tan fácil o difícil pueda convertirse una convivencia entre amigos y compañeros.

Hoy además pude evidenciar algo en mi situación sentimental: unos amigos de con quien estoy saliendo actualmente le han dejado en reflexión a mi compañero unas palabras que a mi también me llegaron: “pero si es tan joven… apenas es un niño”. Aun cuando las palabras evidentemente eran una mofa que a mi gusto me cayó como una patada en las gónadas, me dejó pensando toda la tarde, incluso no dejé de reflexionar eso que dijo el caballero aquel. Yo no soy de chistes, y veo que el entendió que estaba de mal genio por algo, pero no supo acertar realmente ya que no adivinó cual era mi desagrado.

Que puedo decir: duplica mi edad, es simpático, amable, es muy buena persona y tiene un carácter único. Pero me quede con esa zozobra de saber si estoy en lo correcto o no. El comienzo tal vez fue una situación atípica, pensaría que son esas cosas que no deben pasar, porque era en el lugar y el momento equivocado; pero aun así sucedieron. Lo estimo mucho, pero no estoy seguro de que quiero con el. Hubiese pensado que un momento o varios momentos eran suficientes para llenar y satisfacer algo de mi necesidad de cariño y felicidad, pero ya he visto que cada vez soy más pésimo con las relaciones, no me aburro ni nada por el estilo, pero me siento a veces asfixiado y quisiera poder dejar todo tirado para dedicarme un tiempo solo para mi. Hoy quería estar con el, lo quería ver, pero lo de sus amigos y sus mofas de pésimo gusto dañaron lo que prometía una tarde agradable.

 – Y eso que todavía no los conoces – me dijo el mientras comíamos algo en la terraza del sitio. 
– Menos mal no los conozco aún – les contesté con una risa sarcástica.

Él también me estima, pero siempre le he dejado claro que yo quiero seguir construyendo una vida, un espacio y bueno, tal vez no he realizado una proyección de esas cosas con alguien a mi lado. Nunca me ha gustado demostrar dependencia de nadie, ni si quiera afectivamente, tal vez es por el miedo de salir lastimado o algo similar; pero que puedo hacer si así soy yo. Solo cuando alguien me demuestre realmente un interés, ese día podría reconsiderar la idea de ser tan ególatra para dedicarme a ser un pensamiento compartido. Quiero esperar y ver cuanto es el interés de el hacia mi. Yo todavía me reservo mucho, pues las cosas toda desarrollarlas poco a poco, con más mesura y eso trato de hacer.

De momento estas vivencias me siguen enseñando muchas cosas, entre tantas, que a veces los propósitos de la vida si se pueden cumplir, pero que la voluntad es realmente lo que se necesita para realizarlos. Este año ya está  por acabarse, pero me he sentido satisfecho que lo que me prometí se me ha dado, y este año venidero llevara consigo otras sorpresas que claro, quiero descubrir y quiero disfrutar. Mis metas personales siempre estarán en curso, mis emociones siguen todavía un poco alterados y en estas cosas, la situación es más impredecible. Vamos a ver que nos depara el mañana.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Coming Out Day.

Todavía falta un poco para que sea la medianoche. Ya es la costumbre que no pueda conciliar el sueño a estas horas, además que como sé que mañana no tengo que trabajar eso me motiva aún más a quedarme frente a mi laptop. No fue por escoger, pero por un pequeño daño del bombillo de la lámpara de mi habitación, suelo dejar algo de luz con mi televisor en muy bajo volumen; curiosamente están pasando la película Burlesque y veo que por ahí aparece Cher, también Christina Aguilera e incluso Stanley Tucci, aunque esta noche no es para ver el TV.

Mientras leía algo de noticias antes de ir a descansar, me he topado con que hoy se celebraba el día para salir del armario, o en ingles llamado el Coming Out Day: después opté por revisar algunos blogs que sigo y efectivamente me encontré con la verdad al respecto. Para cultura general, es un día internacional que se celebra desde el año de 1988 y que coincidió con la celebración de la Segunda marcha por los derechos de los Gays y Lesbianas en Estados Unidos. El proyecto apoyado con la fundación Human Rights Campaing pretende ayudar a la población del sector LGBT a vivir en un espacio donde los derechos y la libertad de expresión sean respetados por todos y cada uno de los habitantes.

Imagen oficial del Coming Out Day.

El objetivo principal de este día es el poder participar para que todos reconozcan que en el entorno existe también la diversidad por el gusto sexual. Así que bueno, si querer pensarlo y sin saber mucho al respecto, hoy tuve la oportunidad de participar en el poco tiempo que estuve en la calle. Aclaro esto, pues si hoy tuve algo de tiempo para pensar y escribir es gracias a una “infección aguda de las vías respiratorias superiores”, tal como lo dice la incapacidad que me ofreció el doctor Rodolfo Briceño esta mañana cuando pasé a su consultorio por urgencias a causa de una sintomatología de gripe común. Entonces a mi lado decorando mi mesa de noche, aparte de las cosas que siempre han estado, también hay unas cajitas con medicamentos: Amoxicilina, Ibuprofeno, Cetirizina y el Rhinocort Aqua.

Mientras iba de camino al trabajo, estaba pensando en donde bajarme para poder ser atendido de urgencias, pues mi preocupación era la incapacidad laboral. Cuando tomé la decisión opté por ir a la clínica que queda al lado de mi trabajo. No me acordaba que llevaba dos manillas, una que tiene los colores de la bandera gay, la otra que me regaló un amigo con los colores de la bandera de la comunidad bear. Fue casi inevitable que un caballero con su edad se quedara viéndome con ganas de todo menos de charlar; pensé yo “… pero es que ando enfermo, se supone que debo lucir así…” aunque sus gestos no fueron exactamente una consecuencia de lo que pensaba. Sin embargo, tuve que bajar, pues en verdad si me sentía mal y quería que me viera un doctor, no un tipo simpático.

Es curioso, pero la comunidad cada vez se ha vuelto tolerante con la gente homosexual. Ahora puedo ver que más parejas pueden caminar por la calle y la gente ya no se sorprende tanto y es que justamente algo de eso son los actos que permiten que los demás vean que estamos ahí, inherentes entre la gente y demostrando nuestra posición. No puedo pensar en que la gente nos acepte en la sociedad si nosotros a veces nos sentimos aceptados fuera de la sociedad.

Si bien recuerdo, no tuve la oportunidad de salir del closet pues me sacaron a las malas de ahí. Entonces hallo este espacio como esa oportunidad que no tuve, para decirles a todos que SOY GAY. Y si es necesario, me acordé de una frase que dicen en una película llamada Bear City que dice: “... admitir que te gustan los osos es como salir del armario dos veces. Ya lo sé…” Acepto también con esto que me gusta mucho la gente de la cultura bear: osos, cachorros, gorditos, en fin. A veces aceptarlo si es difícil, pues no basta a veces con tomar la decisión de ir contra los demás, para que cuando entres en este círculo más pequeño sigas yendo hacia el lado poco común. Sin embargo no me avergüenza y por el contrario, me agrada poder decirlo pues creo que antes no lo había manifestado tan abiertamente como lo acabé de hacer en este espacio.

Espero que muchos también tomen la iniciativa desde un espacio más anónimo  como este si no prefieren uno tan público a darse la oportunidad de ser lo que realmente deberían ser.

martes, 2 de agosto de 2011

Rebirth.

Las cosas últimamente han estado bien. Si no aparecía por acá era por la cantidad de cosas habidas y por haber. Pero no me quejo, es mejor de lo pensado.

El trabajo me tiene contento ¿No lo sabían? Pues sí, hace unos días comencé a trabajar en una institución pública del país, eso significa que ya me convertí en empleado público y además eso me lleva a gozar de algunos beneficios que son propios de esta clase de empleados. Curiosamente no estaba buscando el trabajo, más bien golpeó mi puerta (me llamaron a mi celular) y sin pensarlo, entró a ser una nueva parte de mi cotidianidad.

Las cosas de amigos van bien. Ellos son tan afables que siempre andan pendientes de las cosas por hacer. Ya han sido muchas experiencias vividas en estos meses, unas que otras fiestas que dejan unos recuerdos no tan agradables por ciertas locuras cometidas pero que dejan el mensaje que toca vivir y disfrutar la vida al máximo, pues la vida es solo una y no podemos echarnos a llorar sobre nuestros posibles, cuando podemos hacerlos reales. Eso simplemente se llama voluntad de querer hacer y de querer lograr lo que queremos.

Además, mi corazón no anda mal. Ha tenido algunas agitaciones en estos días, tal vez una que otra emoción me tiene latiendo fuertemente. Las cosas con pasión son aquellas que más satisfacen, y eso lo puedo sentir. No solo por mi trabajo, también por la academia, por las amistades, por la familia, todos ellos alegran la existencia de este escritor empedernido, y ustedes lo notarán cuando leen entradas como estas; son más que un simple registro y una necesidad de escribir lo que pienso. De momento y en este momento, si puedo decir que alguien me tiene meditando, me tiene escudriñando mis pensamientos y no me lo puedo sacar de ahí arriba. Quiero tomar las cosas con la calma necesaria, eso ha sido bueno; pero que puedo hacer si la gente se hace querer de una forma que no me explico.

Por otro lado, tengo también en este momento unas encrucijadas que me ponen a pensar sobre lo que quiero en los próximos años de vida. El trabajo que tengo actualmente me ofrece una excelente oportunidad de estabilidad la cual no se encuentra tan fácilmente pues siempre es complicado conseguir un empleo con ciertas características que te den la plena seguridad de sentirte seguro. Pero si bien pienso en que la oferta es muy buena, no sé: muchas de las personas que he conocido allá me han dado con aliento y con felicidad unas palabras que indican que me gané la lotería al ingresar a esta gran empresa, pero ellos ya tienen más de 15 o 20 años laborando en este lugar y obviamente se ha convertido en un segundo hogar. ¿Será que logré conseguir una segunda familia tan rápido?

Eso me aterra un poco, no es miedo, pero bueno, no pensé en casarme con una empresa por casi 30 años, el cual es el tiempo que se necesita para salir pensionado de allá. Y entonces, ¿dónde quedan los sueños de salir del país, de viajar y conocer nuevas culturas, nuevos lugares, nueva gente? Un aliciente que me dan es que esta empresa cuenta con unos programas académicos que patrocinan estudios no solo a nivel nacional, sino también en el extranjero, además de unas licencias no remuneradas por tiempos largos para poder tener un tiempo de hacer algunos proyectos similares a los que busco.

Tal vez la imaginación voló mucho y me fui muy lejos con la empresa y el cargo actual, el futuro en incierto, pero uno también puede forjar las opciones que nos van a regir por algunos o muchos años de nuestra vida. De momento, puedo sentir una felicidad al poder tener lo que tengo; espero que las cosas puedan salir de la mejor manera. Muchos allá lo han logrado, también me agradaría poder hacerlo: poder salir adelante y crecer.

De momento, era algo que quería dejar en líneas. Siempre entro a ver mis pensamientos y eso me sirve para reflexionar, y para evaluar mi comportamiento en el transcurso de los días.

jueves, 7 de julio de 2011

Un año más de vida.

Y así se cumple un año más de vida, ya es uno más que tengo que echar a cuestas y con él, ver a través del último año las buenas y malas experiencias que he vivido. No me puedo quejar, he estado rodeado de grandes personas a las cuales les sigo debiendo todos sus buenos y malos consejos, sus aportes de conocimiento, sus ideas que promovieron en mi grandes cambios, todos los momentos de gratos y bellos recuerdos, etcétera.

No recuerdo haber recibido mis cumpleaños estudiando; eso dice mucho de mí. Creo que todavía no pierdo esa afición a mi estudio, amo mucho la academia, las aulas, el saber y el aprender. Este año que pasó ya es un año que llevo de la ingeniería, que bien. Si sigo así de juicioso con las clases, en un año podría estar disfrutando de las delicias de terminar materias para esperar con anhelo mi título de profesional.

Este año y hasta hace un mes me animé a relacionarme con alguien formalmente. Si bien no duro sino un mes, bueno, tuve el valor de aventurarme de nuevo y desempolvar un poco esos métodos acerca del noviazgo, las relaciones constantes con alguien y todas las cosas que conlleva estar de novio. Le agradezco a esa persona mucho el tiempo vivido, son grandes experiencias las que se aprenden cuando compartes diferentes espacios con otra persona que esté a tu lado, y por ende, todo se convierte en un aprendizaje constante. Me acerqué mucho a mi faceta de responsable con alguien ajeno a mí, pues usualmente no soy de esos. Igual, me faltan muchas cosas por mejorar, pues un mes no dice mucho y si deja mucho que desear…

Los nuevos amigos que han llegado se han convertido en personas invaluables. Comenzando por mis amigos de la “Sociedad de Medianoche” los cuales se convirtieron en esos guerreros de trasnocho que conmigo van a lograr el anhelado título de Ingenieros en Telecomunicaciones. A ellos, les agradezco ese constante ánimo para trabajar en un equipo, como lo que somos. A mis amigos personales, quienes me enseñaron el valor de pensar y sentir como homosexual y gay que soy; que tenía que buscar más allá de lo evidente, de buscar un trasfondo y buscar un origen para de esa manera darle un verdadero sentido a esto, darme una verdadera identidad y así sentirme realmente identificado con un motivo y una causa. Otros por recordarme el buen valor de la amistad; que el tiempo que se comparte con algunos es el tiempo que permite construir grandes relaciones, que los amigos son pocos y aquellos que se quedan con nosotros son aquellos con los que siempre contaremos como una familia, una familia que nosotros podemos escoger. A algunos, por permitirme conocerme y convertirse en compañeros de recocha, de borracheras, de locuras y de aventuras, quienes se disponen a salir a buscar nuevas travesías y nuevas historias para recordar y compartir. A todos ellos, se les quiere y se les aprecia.

Mi familia sigue ahí, paciente, esperando ver como me vuelvo más loco, más irreverente, menos calmado, más hombre y más yo. Ellos han sido los directamente afectados por estos últimos cambios que he optado tomar. Pero bueno, familia es familia dicen por ahí, y si, no me quejo, ellos siempre están presente en todos esos momentos de mi vida, desde que nací hasta este día. Una sonrisa de mi mamá es suficiente para que todo esté bien, a ella sobre todo, le debo mucho de lo que soy: imagínese si no tuviese a alguien quien me alcahueteara tanto.

Y para quienes ya han estado conmigo por más tiempo, pues les agradezco la compañía hasta ahora. Es difícil lidiar con personas como yo, a veces tan complicadas como a veces tan fáciles y sencillas. Pero bueno, esa es la mística que todos poseemos y nos convierten en seres únicos. A ellos, les agradezco por su tiempo, es lo más valioso que tenemos y muchos lo han compartido conmigo.

Así pasa un año más en mi vida, celebrado a lo grande, con una gran fiesta en Rock al Parque y un pequeño festejo en Blues, con un postre en Crepes y Waffles, con una rica pasta con salsa Bechamel, un ponqué delicioso al lado de mi familia, un montón de mensajes y llamadas y todavía faltan muchas otras cosas. Gracias a todos, les agradezco por este día y por los que vendrán.

miércoles, 22 de junio de 2011

Desconexión.

¡Que tranquilidad! Está sonando en mi reproductor Dead - Zoé. Hace bastante que no tomaba un corto viaje justamente para sentirme lejos de todo, de mis problemas, de mis preocupaciones, de mis amigos y familiares, de todo. Además, no hay muchas cosas cerca, apenas el pueblo se encuentra a unos 10 minutos a pie, pero con el frío que está haciendo por acá, es preferible quedarme sentado en esta cómoda silla, con una lamparilla a mi lado, con mi amigo al otro lado callado leyendo algo de El Tiempo y yo de observador viendo como se pone la tarde por la ventana de la sala.

Son las 6:00 PM en punto, ¡wow, qué puntual! No es un retiro, pero es lo más cercano a poder pensar con tranquilidad algo de mi situación actual. Siento que mis ideas no se encuentran en orden, como a mí me gusta, todas encajadas por temas para así poder encontrarlas fácilmente.

Será lo más parecido a la tranquilidad, al relax absoluto, a una gran satisfacción por disfrutar de espacios en silencio, en lugares donde se te permite disfrutar del pensamiento, de la música, de un ambiente tranquilo, lejos de tantas perversiones propias de la ciudad. Tengo celular; tampoco quiero desaparecer, igual muy rara vez suena un domingo.

Es curiosos ver los cambios del entorno, un momento es lleno de edificios, gente corriendo, el pavimento, el smoke de los carros. Y de repente, veo gente tranquila, algunas gallinas, perros corriendo, una vaca cruzando la carretera, una cabra echada y mucha vegetación propia de esta zona fría. A veces nos volvemos tan dependientes de nuestro entorno que olvidamos que hay muchos otros, que te brindan también una satisfacción; un momento de paz no debería negárselo nadie.

Se siente extraño poder estar pensando sin muchas distracciones, en este caso poder escribir con tanta facilidad. El internet usualmente es una gran distracción que no deja concentrar. Cuando enciendo mi laptop, usualmente lo primero se abre es el TweetDeck donde tengo mis cuentas de Facebook, de Twitter y de Google Buzz sincronizadas. A continuación se abre la cuenta de Messenger donde puedo encontrar la lista de mis amigos y conocidos que estén también conectados. También echo una ojeada por el Skype para ver si la gente de la Universidad colocó algo interesante en las conversaciones que tenemos por este medio. Ya en el momento de ejecutar mi explorador de Internet, se abre el Google Chrome y me recuerda las páginas más visitadas. Está El Malpensante, The Pirate Bay, FayerWayer, Enter.Co, El Tiempo.com, Youtube y bueno, no niego que está Manhunt, BogotáGay y obviamente mí blog. Por ahí también hay varias etiquetas, pero son más de la Universidad y cosas del estilo, además del Angry Birds: ¡qué juego tan engomador! 

Vuelvo a retomar, andaba desviándome del tema; por suerte no puedo usar nada de lo descrito pues no hay conexión de banda ancha disponible.

A veces vivimos muy pendientes de cosas tan banales, que no nos permitimos tener un espacio propio de nosotros. Todo lo descrito gira en función del mundo ajeno: lo que piensan los demás, que les gusta, que hicieron, que comparten, que suben o bajan de la nube, y estamos nosotros pendientes de los demás, pero no de nosotros mismos.

¿No es acaso confortarte que una vez en vez de dedicarle tanto tiempo en ver que hacen los demás, lo dediquemos a nosotros?  Sin querer, nos acostumbramos a ello, somos tan mecánicos que no nos percatamos que se nos vuelve una rutina, algo del diario vivir: estar en función del mundo.

Dirían: “… pero es que somos sociales por naturaleza, es una constante interacción con la sociedad, con la gente, con todas las personas…”. Eso no lo niego, pero tampoco significa que siempre debemos estar online. Incluso ahora con las campañas que se promueven para evitar el calentamiento global, el desconectarse es una opción para ayuda no solamente del ambiente, sino de nosotros mismos. Pocos podrían percatarse del impacto a tras fondo del asunto: no solamente es combatir un mal que le hacemos a la tierra, es cambiar poco a poco nuestra cultura “cibernética” a una cultura más en contacto con la esencia de las cosas.

Es increíble si me pongo a pensar, ahora que no trabajo y con algo de tiempo de más, cuanto tiempo le invierto a estar “conectado”, pues la verdad es mucho tiempo. Usualmente mis tiempos de trabajo se concentran en horas de la noche. No es sorprendente ver que yo llegué de la facultad para sentarme por unas buenas horas a trabajar en el computador, apenas si ceno algo y sigo hasta unas buenas horas de la madrugada. Pero es algo que se me volvió costumbre, porque de seguro podría trabajar sin problemas en horas de la mañana y la noche se la dedico exclusivamente a descansar. Mi amigo que tengo al lado ya me dijo que tengo que comenzar a cambiar mis hábitos a los horarios de una persona decente. Es la verdad.

Bueno, ya van a ser las 7 PM, ahora está sonando Gymnopédies, Lent et douloureux – Erik Satie. Ya comienza a hacerse oscuro y me da pena dejar a mi amigo tan solo, además que muy amablemente me invitó a este espacio a descansar. Será desconectarme por hoy.

domingo, 5 de junio de 2011

Saliendo del averno.

Y no puedo dejar de sentirme en un mar de extrañas sensaciones. Hace un buen rato no recordaba esa preocupación entera por otra persona. ¿Cómo llegó? ¿Le fue bien? ¿Ya habrá comido algo? ¿Se sentirá feliz?

Me siento un poco confundido. Dirían que esto no se practica, se aprende; que las cosas deben pasar con el tiempo para ver qué sucede. Hace mucho no recuerdo la sensación de estar feliz y preocupado. La felicidad no me la quiero negar y le he dado una oportunidad de entrar. La preocupación me abruma al saber que mi situación de euforia se pueda acabar. Eso es normal al comienzo, creería yo.

Lo quiero mucho, ya hice en tan poco tiempo cosas que no había hecho con los demás. No es locura, pero se aproxima mucho. Me siento emocionado, se lo digo y él también lo siente así. Quisiera que todo fuera así por mucho tiempo, pero somos realistas: seremos felices el tiempo que lo seamos juntos y que así lo deseemos. Eso me gustó, antepusimos la realidad para no caer en cuentos de fantasías.

Podría sentirme en la cumbre: por un lado tengo alguien que me quiere y tengo unos buenos amigos que se preocupan y me estiman mucho. La felicidad de ellos es también mi felicidad. La dicha casi es completa, pero siempre habrá huecos por llenar: lo decía anteriormente, no somos satisfechos completamente.

Hoy en horas de la mañana dije que sí. Los testigos evidenciaron el suceso, y ellos se emocionaron también.

Ahora lo que sigue es… No sé, ¡ah! Verdad que en esto no sirve la razón.

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Es sencillo lograr lo que queremos?

No podemos ser felices por completo. Somos insatisfechos porque no existe lo entero: siempre habrá más por descubrir, por lograr, por alcanzar. Ahí se diría que nada puede ser tan certero y tan cierto como la muerte, pero ni aun así estamos seguros que esa sea un fin del todo, pues todavía podremos creer en que las cosas no pueden acabar de ese modo, que tenemos otra vida que vivir, fuera de los espacios terrenales y mortales. Entonces si sabemos que la dicha no puede ser completa, ¿por qué somos tan insatisfechos con lo que tenemos?

Siempre estamos motivados, la misma vida es un motor que nos permite estar vivos. Pero si no quisiéramos vivir, si no estuviésemos felices, si no pudiéramos lograrlo, podríamos pensar en acabar con ella. La vida es así de frágil, si tú quisieras, podrías acabarla de sencilla manera y muchos optan tomar soluciones como esta. No les puedo reprochar, a veces las cosas no salen como deseas, no pudiste saciar las ganas de vivir y sin eso, pues no sirve de nada respirar, comer, pensar, sentir tus latidos, no sirve nada. Pero es contradictorio. Si no estuviésemos insatisfechos, no viviríamos motivados.

A veces podemos sentir que tenemos mucho, pero sin pasión no vale la pena luchar.

Si te sientes cansado, pues buscas descansar. Si tienes hambre, buscas que comer. Si quieres salir, te pones a caminar. Suena sencillo. Muchos explicarían eso con un efecto que se produce a nivel orgánico, gracias a unas enzimas que se producen en el cerebro que emiten esas alertas de saciar una necesidad, además de unos procesos metabólicos  que nos permiten estar en función activa para ser seres activos y realizar las actividades voluntarias e involuntarias propias de nuestro organismo. Esa justificación es lógica: nosotros como un organismo viviente, necesitamos de medios y de suplir algunos requerimientos para seguir en estado vivo. Esa clase de insatisfacción es involuntaria y propia de todo ser viviente.

Pero, ¿y si te sientes triste?, ¿si estás ilusionado por conseguir algo?, ¿si quieres poder enamorarte? Ya no es tan sencillo justificar esa clase de insatisfacción. Allá es cuando dejamos de lado nuestro lado instintivo y corporal para poder analizar nuestra parte mental y más aún nuestra parte emotiva: la parte no tangible de nosotros.
Siempre estamos en la búsqueda de saciar las necesidades descritas, pero afectivamente no siempre puede ser suplida esa búsqueda y por ende puede presentarse la insatisfacción. Estamos esperando que las cosas salgan como se han planeado, como hemos querido construirlas y como las hemos recreado en nuestra mente pero el hecho de no poder saciar la necesidad genera un sinsabor que puede ser ligero y sin mucha trascendencia o puede llevarnos a tomar grandes decisiones en nuestras vidas. Estas necesidades son los factores que nos motivan a tomar muchas de nuestras decisiones que diariamente estamos tomando, pues la misma vida es una decisión constante que nunca cede.

Igual, si se han logrado las metas trazadas, ¿por qué no podemos ser felices completamente? Nuestra ambición nos permite pensar que las cosas siempre pueden estar mejor de lo que ya están. No es solamente un querer mejorar, es también inherentemente una forma de demostrar que somos capaces de ser mejores, de poder lograrlo que queremos y de saciar siempre nuestras necesidades. La felicidad completa es falsa, solo es un efecto realización esporádica que nos llena y que sacia ese espacio mental. Así mismo como un organismo viviente, este nunca podría dejar de requerir al menos algún elemento que le permita seguir viviendo. Así son nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestro ente incorpóreo: requieren de ser alimentados para que sigan en estado activo y que sigan coexistiendo con nosotros.

Entonces, ¿será posible lograr llegar a la meta final? Eso solo lo sabe cada uno de nosotros. Las metas con tan subjetivas como la cantidad de personas vivientes. Cada perspectiva es diferente, no podría ser global, y aun así esos pensamientos se renuevan a cada instante. No podemos predecir cuándo y en qué momento podemos dar por cerrado un pensamiento, pues siempre algo te permite recordarlo, modificarlo y completarlo. Esa información no para de estar en constante construcción.

 A veces logramos con orgullo lo que perseguimos, pero siempre queremos llegar más alto.

¿Y cuál sería la solución ante la insatisfacción? Pues no existe una solución, pero si tomar con calma las cosas de la vida y de tus pensamientos sería un aliciente. Es normal que siempre estemos produciendo ideas, juicios, planes, en fin, cualquier proceso propio de nuestro cerebro y es normal que no podamos explicar con satisfacción todo lo que nos puede cruzar por la mente: esto es un axioma que es irrefutable, pero si podría decir con certeza que debemos seguir adelante en la búsqueda y realización de nuestras necesidades emocionales. La felicidad completa no existe, pero si podemos estar tan cerca de ella como nosotros queramos y como nosotros deseemos estar. Esa es una insatisfacción latente, pero también es una impulsora de seguir adelante que nos permitirá lograr grandes cosas.

domingo, 15 de mayo de 2011

Casi lo logro.

Y no pude evitar sentirme mal; 
todo lo bueno se quebró, 
sentí como se desmoronaba toda una felicidad mientras te reías. 

Es trágico, 
quería salir corriendo de ahí, 
poder ponerme a llorar, 
poder odiarte, 
poder desaparecer. 

Pero tu felicidad es mi tragedia, 
es mi agonía, 
es mi melancolía.

Tal vez lo sentí venir; 
¿pero quién quiere ser frentero a la realidad si la misma te muestra una desdicha? 

No podía pensar que las cosas fueran tan duras, 
pero tú me diste esas alas y con unas palabras me las quitas. 

Me heriste sin querer, 
mi cabeza no podía pensar en otra cosa, 
en pensar que todo era bueno, 
mucho mejor; 
tú mismo me lo dijiste varias veces, 
entonces no lo puedo entender. 

Quiero borrarte del todo, 
pero es complicado. 

Si tan solo pudiera lanzarme sin el miedo de caer… 

A veces, desearía poder caer.

martes, 26 de abril de 2011

Highway to hell.

21/04/11 03:52 PM

Mientras iba en el carro con mi MP3 escuchando Highway to Hell – AC/DC y sentía como iba cambiando el clima y comenzó una calor infernal, no pude pensar en otro título para esta entrada. Hace bastante no salía de la ciudad, es más, no recordaba esa sensación sofoco y de mi cuerpo reaccionando ante la incesable calor, de manera que me pongo a sudar como si estuviese metido en un sauna o turco. Y eso que nos describe el señor que reside en el apartamento donde arribamos que el calor esta leve, pues ayer llovió y entonces existe es más un efecto de calor realizado por el efecto del agua evaporándose. De momento, será esperar; se supone que vamos a salir a buscar algo de comprar, víveres, ropa, en fin, muchas cosas, pues como “cachacos” que somos no poseemos muchas cosas para sobrevivir en este infierno.

En estos momentos mientras nos acomodamos, puedo describir un paisaje poco común (plantas de mamoncillo y mango cerca, una cruz que se alza sobre todos esos árboles deslumbra la iglesia del pueblo). Es algo diferente y eso me hace pensar que me alejé un poco del frío de Bogotá, además estoy ambientando mientras escribo con algo de Fly Love Jamie Foxx y a mi lado una cerveza fría Póker. ¡Qué cosas!, mi familia tiende a ser un poco indecisa; solo hasta el día de ayer se suponía que no salíamos a ningún lado y ya en horas de la noche se había decidido que viajábamos para Melgar.

No sé cuanto durar por acá, el sudor me sugiere que esta misma noche este en mi casita descansando en mi cama y viendo algo de TV. Pero bueno, quien se puede negar ante los placeres de dormir en una “colchoneta” en el piso de un lugar que no conozco con un tipo que tampoco conocemos nadie de la familia y con un calor que derrite… Será esperar. Cambio y fuera.


22/04/11 09:47 AM

Suena de fondo Soñé – Zoé. Me he levantado con la desagradable noticia de que no hay agua, ¡ups! No he podido descansar muy bien, recuerdo que a eso de las 2 AM pasadas, me levanté con un dolor de cabeza casi incontrolable: no sabría decir si la causa fue el calor, las cervezas, la comida que me indigestó, en fin, solo sé que era un dolor horrible, así que me levanté y me fui a tomar aire en la misma esquina donde se puede deslumbrar el paisaje. Ahí, con un rato de aire fresco, me pude relajar y todo fue mejor…

Ayer, efectivamente me tocó gastar un poco de plata mientras me compre una bermuda y otra camiseta, pues aunque no lo crean, no tengo esa clase de ropa. Recuerdo que para un viaje a la playa, era el típico “rolo” que estaba sentado en las arenas con un pantalón negro de dril y debajo, una toalla para que no se ensucie, claro está.

Después de dar unas vueltas y comprar otras cosas por la Av. Cafam, hemos llegado a tomar unas cervezas en un lugar llamado “las sillas rojas”. Ahí, tomamos bastante; recuerdo que en el calor, el efecto del trago es más tardío y por ende eso también ayudo a mi pésima noche, pero bueno, estamos hasta ahora en proceso de aclimatación del lugar.

Para el día de hoy se tiene planeado salir a la piscina, aunque el lugar a donde vamos todavía es incierto. Esperemos a ver qué sucede hoy.


23/04/11 09:57 AM

De fondo suena Estoy enamorado – Wisin y Yandel. Aclaro, esa música no es mía, es del amigo de mi primo. ¡Ah, verdad! Mi primo y su amigo llegaron el día de ayer, pues fue una sorpresa para todos porque pensábamos que no irían a venir por estos lugares. Aunque cuando nos llamaron y avisaron que habían llegado a Melgar nosotros no estábamos ahí, nos encontrábamos en un lugar llamado Ricaurte; esto está ubicado por la vía Melgar – Girardot, como a 40 minutos de donde nosotros estamos hospedados. Allá, decidimos llegar al Club de Policías, pues al parecer era la opción más cómoda, no había mucha gente y además mis padres al ser beneficiarios de mi hermano mayor (el policía) no necesitaban pagar nada.

Allá pudimos tomar el almuerzo, jugamos con mi padre y mi hermano menor algo de Tres bandas y después solo con mi hermano jugamos una hora de Tenis de mesa. Hace demasiado tiempo que no jugaba Ping Pong y mucho menos que jugaba con mi hermano. Y ni que decir de las Tres bandas, hace tiempos no jugaba con mi padre, es más, no recuerdo bien cuando sería la última vez que jugamos algo con él.

Como a eso de las 3 PM y después de haber terminado varios sets con mi hermano, bajamos a disfrutar de la piscina. Que puedo decir, no había mucho que ver, muchos padres de familia, nada interesante…

Mientras estábamos ahí y mientras mi primo y su amigo llegaban al lugar (iban en moto) me dispuse a relajarme un rato solo por ahí, entonces me fui a un lado de la piscina lejos de mi familia.

En esas apareció un personaje diciéndome: “El chorro se siente delicioso, ¿cierto?” Es que donde estaba había una especie de chorro que salía de la piscina y daba una sensación de hidromasaje. Pues volteé a mirar y era un tipo normal, no era nada sorprendente, pero bueno, pensé que solo me estaba pidiendo una opinión.
Entonces le contesté: – Si, la verdad se siente un poco chistoso –que respuesta tan tonta, pero bueno.

–¿Tu eres policía?
–No, para nada, a mi no me gusta eso. –Nunca me gustaría la policía o las milicias.
– ¡Ah!, entonces su padre es el policía.
–Tampoco –respondí.
–…
–…
–¿Y con quién viene entonces?
–Ah, con mis padres y con un hermano. Mi hermano mayor es el policía.
–¿Pero él se encuentra acá?
–No, el no viene con nosotros, el está trabajando.
–¿Trabaja en qué lugar?
–En Bogotá.
–¿Vos eres de Bogotá?
–Sí, soy de allá.
–¡Oh!, que bueno saberlo.
–…
–…
–¿Cierto que se siente bien?
–Si, se siente chistoso –repetí la respuesta, otra vez, que idiota yo.
–¿Y el es tu hermano? –lo decía mientras señalaba hacia él.
–Si, efectivamente es el.
–Si, se parecen mucho a su padre. Y si no le gusta esto, ¿entonces qué haces?
–Estudio en la universidad –¿me está tuteando o es mi impresión?
–Ah que bueno. ¿Y qué estudias?
–Ingeniería en telecomunicaciones.
–¡Uy, debes ser muy pilo entonces!
–Supongo que sí.
–En la central o en la Candelaria.
–Candelaria –respondí yo.
–…
–…
–Bueno, ya regreso, voy un rato por allá, hablamos ahorita.
–Perdón, ¿tú eres policía?
–Si – me respondió.
–Ok. 
Bueno, es un poco raro, pero a la final me pareció curioso ello, así que a la final me motive en seguirle la corriente, uno nunca sabe que me termine levantando al policía, pues ganas si he tenido (uno de los fetiches que tengo es por los uniformes, y pues este tipo en uniforme debe verse bien).

Volví con la familia y ahí estuve un buen rato. Después llegó mi primo y su amigo, así que nos integramos y nos pusimos a jugar un rato en la piscina.

En toda la tarde estuve dando vueltas por el club, y por ahí estaba él, vigilándome y siempre haciendo un gesto con sus ojos indicando un saludo; yo le contestaba con uno similar, pero igual, estaba con mi familia y era relativamente complicado poder hacer algo. Entonces debía esperar a tener un momento de soledad si quería seguirle la “corriente” al policía aquel.

Ya era tarde, así que ya estábamos por salir del lugar. Las piscinas fueron cerradas a las 7 Pm, así que lo único que quedaba era arreglarnos para salir del lugar. Antes de irnos, pensé en ver si lo encontraba y pues a ver qué me dice a solas, así que le dije a mi familia que me iba a dar una última vuelta y que nos veíamos en la entrada del club. Cuando ya estaba por finalizar la búsqueda, pues ni si quiera sabía si él estaba o no, me lo he encontrado sentado cerca del restaurante.

–Ah, que milagro verte, pensé que te habías ido ya –me ha dicho el.
–No, todavía no. Mi familia ya se está preparando para podernos devolver a donde nos estamos quedando.
–¿Y eso, en dónde se están quedando?
–Pues estamos hospedados en Melgar.
–A, que bueno, ¿y allá están con la familia?
–No, solamente los que estamos acá.
–Y yo pensé que usted no se quería dejar ver para invitarle una cerveza.
–Pues bueno, usted sabe que con la familia es un poco complicado.
–Sí, eso es cierto.
–¿Y usted ya sale de acá?
–Pues si, ya ahorita salimos para Bogotá.
–Ah, yo pensé que estarían cerca de acá.
–No, la verdad tengo que regresar, por lo del trabajo.
–Claro, entiendo eso. Pero bueno, asumo que será entonces vernos por allá.
–Pues sí, podría ser, a ver si allá si se deja gastar la cerveza.
–…
–¿Y cuántos años tienes tu?
–¿Cuántos me pone?
–¿17 años?
 –¡Jajajaja! –¿Será que lucía tan joven?
–¿Y entonces, cuántos?
–21 años –conteste yo con seguridad.
–No parece, pero bueno, entonces ya debes estar terminando la universidad, por lo pilo que eres.
–Si, ya estoy en octavo semestre.
–Definitivamente, muy pilo.
–Gracias.
–…
–…
–Y bueno, ¿cómo hago para poderte ubicar y tomarnos una?
–Pues para eso existe la tecnología. Si quiere, me da un número de celular y yo le devuelvo la llamada.
–Ah, claro, entonces anota. –En este momento me da el celular y pues ahora necesito el nombre para dejarlo en la agenda.
–Oye, perdón, ¿cómo es que te llamas?
–Gabriel –respondió él.
–Perfecto, el mío es Edgar.
–Bueno, Edgar.
–¿Le puedo poner ‘Gabo’?
–Si, sin problema.
–Bueno ‘Gabo’, así quedamos entonces, nos estamos hablando por allá. De todas maneras ahí le timbro para que guarde mi número.
–Listo, espero que te dejes ver.
–Claro, así será –no estoy seguro del todo de eso, pero bueno.
–¡Adiós!
 –Chao. –Sí que me apretó la mano fuerte.
Apenas iba subiendo cuando ya me estaban llamando. Ya estaban listos, así que me subí al carro y pues de esa manera hemos vuelto a Melgar. Allá cenamos en el pueblo, después con mi primo, su amigo y mi hermano nos fuimos a dar un paseo por ahí. Ellos estaban fascinados por ver tanta muchacha tan bonita, y yo, de ver tanto tipo tan bueno, pero sin poder decir absolutamente nada. Definitivamente salir con familia es un poco mamón por ello. Ya como a las 11 Pm, volvimos hasta el lugar donde estábamos descansando. Y pues así termino esa noche.


23/04/11 07:30 PM

Ya estamos en la fría Bogotá. Hoy en la mañana nos despertamos por el ruido que hacía la lluvia en un tejado, estaba bastante dura la lluvia, pero ni aún así dejaba de hacer calor; eso fue lo que nunca falto en ese lugar. Desayunamos huevos pericos, chocolate y un poco de queso campesino.

Nos alistamos y salimos a Carmen de Apicalá a conocer, pues nadie conocía (a excepción de mi hermano, el ya había ido antes con la novia). Allá solo fue entrar, tomar unas fotos en la iglesia y en el pueblo, nada raro, tomar una cerveza en el parque y ya, devolvernos para Melgar.

En el camino, convencimos a mi padre para devolvernos hoy mismo, pues mañana el tráfico en horrible y ya el calor nos tenía un poco hastiados. Entonces con esa, llegamos a Melgar a almorzar y después salir a alistar maletas para devolvernos.

Mi primo y su amigo si salieron de una vez. Ellos iban en moto y obviamente ellos arribarían a Bogotá mucho más rápido que nosotros que viajábamos en carro. Así que nos despedimos y salimos a la Capital.



En el camino no hubo nada raro, como siempre la llegada en Soacha estaba congestionada de carros, pero eso es natural en estos días. Y ya acá en casita pues me dispuse a terminar de escribir esto y a alistarme para descansar. Estaba cansado del viaje, pero bueno, a pesar de todo mis padres se portaron muy bien y pues pude estar con ellos después de algunos años (la verdad ya eran años que no salía con ellos). Si bien no se pudo hacer mucho, se gozó lo que se pudo y no se perdió la oportunidad de conocer alguien. ¡Qué risa!, me acuerdo ahora en este momento de lo sucedido por allá y me da risa, definitivamente como decía un amigo: “Las locas ya son una plaga, están en todos los lugares”.

Así termina mi grata experiencia por allá; me queda el recuerdo de mi espalda vuelta nada a causa de las picaduras de mosquito, y un leve bronceado en mis brazos y cara. Aunque eso debe ser más por el efecto del sudor que todavía no se quita. Será esperar que comience esta semana a ver que nos depara.

Cambio y fuera.

jueves, 14 de abril de 2011

La condición bipolar humana.

Es interesante poder ver que la composición de la naturaleza desde su origen, desde las partículas más pequeñas hasta las más macroscópicas cuentan con una condición de bipolaridad. En todo y para todos los ámbitos, debe haber un equilibrio para que exista aquello que se denomina neutralidad o armonía. Existe el protón y el electrón, el día y la noche, el gusto del hombre y la mujer, el blanco y el negro, el infinito negativo y positivo… Si pudiésemos ver, en todas las cosas existen esos elementos propios de la dualidad, y aún así para todo ellos, existe la opción que pensaríamos es la opción de neutralidad o equilibrio; el neutrón, la tarde, la bisexualidad, el gris, el cero.

Muchos piensan que la bipolaridad consta de una enfermedad o trastorno de la mente donde no podemos controlar los estados de nuestras emociones, incluso podemos pasar de grandes estados de euforia a estados totalmente depresivos en poco tiempo. Explican que estos cambios se deben a un problema del sistema nervioso que afectan algunas sustancias del cerebro o que en otras ocasiones se debe a la deficiencia de algunas sustancias que nos hacen caer en estados de variabilidad emotiva en lapsos de horas, días o incluso de semanas. Esta descripción anterior solamente es válida desde una perspectiva más psicológica aunque nos afecta en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad. 

 Solo en algunos casos, la bipolaridad se puede concebir como patológica en casos de experimentar cambios extremos.

Otras personas no pueden considerar la bipolaridad como un trastorno, más bien reconocen que es una parte inherente a nosotros y es propia de la naturaleza. Reconocen que las ocasiones donde se puede volver patológico es en el momento de caer a los extremos de los sentimientos y no vivir dentro del espectro de posibilidades, pero para estos casos la bipolaridad es solo propia de algunas personas con un grado de emotividad superior, como también de personas que tienden a ser más reflexivas, más intelectuales o con ciertos talentos.

Entonces si miramos, nuestras emociones también cuentan con esa propiedad, muchas partes de la condición humana están sometidas a esa característica para que existan en nosotros la opción de escoger y de sentirnos volátiles en algunos aspectos de nuestra vida. No siempre podemos ser felices como también nunca podemos estar tristes; si bien, hay días donde podemos sentirnos más alegres que otros, también podemos un día sentirnos más tristes. Eso es algo de la esencia de nuestra naturaleza y de nuestros sentimientos y darle negación sería complicado.

Entonces, porque negar a veces nuestra tristeza, porque no querer demostrar nuestra debilidad y porque sentirnos avergonzados si son estos sentimientos los que nos describen en un determinado momento. Hace parte de nosotros; si podemos demostrarle al mundo que estamos felices, radiantes, sin problemas pues también podemos hacer lo contrario.

 La condición natural de la bipolaridad nos permite expresar nuestros sentimientos en diferentes momentos de la vida.

Apoyo de sobremanera que demostremos nuestros diferentes sentimientos, muchas veces estamos tan acostumbrados a que nos vean con un solo estado anímico que la posibilidad de ver otro estado nos cuesta trabajo asimilarlo e incluso, puede llegar a ser preocupante (preocupación en vano) pues como decía anteriormente, nosotros no podemos definirnos en un solo estado emocional.

Acepto con todo esto que podía sentirme triste por muchas cosas, la vida no me da un momento de plena felicidad y quería sentirme en mi lado de tristeza, de soledad, de negativismo. Aflorar los sentimientos me permitió “matar” los demonios internos y darle de nuevo a la dicha la posibilidad de ser parte actual de mí. No podría sentirse mejor, es como si pudiese gritar para desahogar muchas cosas internas. Recuerdo que alguien me decía que llorar no nos hace más débiles, pues son parte de expresar nuestros sentimientos. Pues antes de acabar esta semana lo pude hacer, depure de mi interior amargas experiencias y sensaciones para así darle un espacio a la buena energía que usualmente me caracteriza.

Por ahora solo será pensar las cosas sucedidas en este tiempo. Usualmente cuando más depresivo estás tienes la opción de percibir, de pensar y de construir muchos conceptos, permite pensar algunas posibilidades y reafirma otras. En este momento de soledad, todavía sigo pensando…

martes, 12 de abril de 2011

Que nadie vea.

Les quiero compartir la siguiente canción, a solicitud de un buen amigo de mi vida. Juanito, ahí va:

Que nadie vea - Ricardo Arjona.

Es bueno poder reflexionar lo que nos comparte este cantante y además nos deja mucho que pensar. Disfrútenlo.

viernes, 1 de abril de 2011

¿Y cuál es el próximo paso a dar?

Esta semana estuvo complicada, no solo por los trajines de la universidad, además pues el desgaste que llevaba acumulado a causa del nuevo empleo y en fin, otras cosas de la diaria rutina que me tenían en un estado tétrico al mejor estilo zombi.

Los cambios planeados no salieron como esperaba, si bien dije que quería un cambio de empleo, de vida, de rutinas, no se logró el objetivo completo. Referente al estado laboral, la cosa no fue tan productiva como pensé o sugería parecer y a diferencia de lo que creía, los turnos al mejor estilo furcia no son lo mío. Mi desgaste en estas tres semanas fue notorio, a pasos grandes: en poco tiempo pude notar que mis horarios de sueños se suprimieron a ser casi nulos, comenzaron a aparecer facciones de cansancio como ojeras y ojos rojos, el doping a causa del tinto y el cigarrillo ya me tenían con un comienzo de gastritis y con una toz seca que ya era molesta y desagradable y pues lo que más me incomoda, comenzó a afectar la academia en tal punto que por ello me tiré un parcial de Medios de Transmisión al no poder estudiar de manera adecuada. Con resentimiento a mi mismo puedo decirme en la cara frente a un espejo que la embarré, la defequé, no hice lo correcto y ahora no hubo más remedio que renunciar para volver a un estado de tranquilidad mientras vuelvo a adaptar mi cuerpo a como estaba anteriormente.

Por el lado de lo personal, por ahí pensé en encontrar pareja, pero eso de pasar hojas de vida se torna un poco desgastante y mamón. La verdad si quiera el esfuerzo me llegó a no conocer a nadie, solo un amigo que pues si bien quedamos en un común acuerdo de hacer un trato de amistad, pues no me puedo quejar; es un nuevo amigo y para que, excelente nuevo amigo. Por este lado las cosas no fueron perdidas: no encontré al amor de la vida, pero encontré a un buen compañero para compartir experiencias.

El ámbito académico luce bien, aunque ya me preocupaba y mis compañeros notaron mi concentración dispersa, asumo que causada por el efecto del sueño corto. En este momento no podría pensar en una mayor prioridad que la académica, es lo que me mueve a hacer las cosas y pues la impulsora de ideas y de aprendizaje. Por ello también pensé en tomar la decisión de renunciar de trabajo y convertirme en una cifra porcentual más de la estadística de desempleados actuales del país. No puedo concebir que me eche alguna materia, pues mi afán es el de poder obtener mi título profesional para seguir adelante, así que pues a asumir los sacrificios necesarios por mi buen ámbito académico.

La familia está en un estado bipolar: por una parte, andaban bastantes preocupados por mi estado deplorable, no se sentían conformes de mi situación y sin embargo no me decían nada pues ellos respetan en lo posible cualquier decisión que tome. Pero en este caso, ellos no se pudieron quedar callados, a la final, no les ganó ver como me estaba enfermando y no podía dormir por estar haciendo un esfuerzo inhumano. A la verdad, consideraron que era lo mejor para mí el no seguir en mi cargo actual, pues el sacrificio era mucho para la poca remuneración adquirida. Además como lo expreso mi padre: “… usted no necesita sacrificarse, si bien no hay mucho, siempre estaré dispuesto a colaborarle para que salga adelante…”. Gracias a ellos y su voz de aliento, eso es mi mayor aliciente en este momento. Pero el otro estado es el de preocupación, asumen que me he tornado un poco descuidado con ellos, tal vez si lo pienso no me dedico mucho a pasar con la familia y pues algo hay de razón. De momento optaré por tener un día con ellos, y pues ahora con el tiempo que tendré de sobra pues estar ahí para que no me extrañen, pues eso fue lo que me manifestaron.

Las amistades están bien. No soy el mayor de los amigueros, podría contarlos con los dedos de las manos, pero aun así y con la reflexión acerca de la familia que escogemos, pues ellos también son parte importante de mi vida. Ellos si no reprocharon ni dudaron en que tomara la opción, tal vez de ellos y sus reflexiones fueron los artífices de que tomara esta decisión de desemplearme. A cada uno de ellos, no podría decirles más que gracias. Por cuestiones monetarias entenderán que es difícil subsistir con una liquidación y un sueldo corto, pero estaré en contacto en la medida de lo posible.

De momento me siento en mi cama a meditar cual es el paso a seguir. Después de hace mucho tiempo, no me encontraba en esta situación de confusión. Sentirme frustrado sería muy complejo, pero sentirme tranquilo tampoco sería una verdad. Pase de un estado “activo” a un estado de “incertidumbre”, pues no se ahora que pasará. Las cosas uno la forja, pero los ánimos no me dan mucha fuerza de sentirme en un factor de cambios radicales. Esta vivencia personal la dedico a aquellos que todavía andan pendiente de mí; no soy el mejor amigo, el mejor estudiante, el mejor empleado ni el mejor hijo, pero trato de mejorar cada día, gracias a ustedes.

Ps: Será de momento estudiar con ánimos y ver que nuevo empleo me consigo.

lunes, 21 de marzo de 2011

¡Qué vivan los amigos con derechos!

Hace muy poco tiempo, he descubierto gracias a muchas personas allegadas a mí la importancia de no estar solo en la vida. Si bien a veces somos seres que necesitamos de la soledad también reconocemos que somos personas sociales activamente; como seres de la sociedad debemos actuar como tal. Alguna vez alguien decía que somos sociales por naturaleza y eso incluye la interacción diaria con las personas que nos rodean y que de una u otra manera siempre están ahí junto a nosotros. Reconozco que no cuento con alguien con quien compartir en todo mi ámbito, espacio y tiempo disponible, pero eso no significa que pueda estar con personas con las que también se pueden construir grandes cosas. Muchas veces pecamos en pensar que las grandes experiencias se viven con una persona; a veces los procesos más enriquecedores también se logran exclusivamente con muchas personas de nuestro alrededor.

Por ello, esta entrada está dedicada a los amigos y compañeros que están junto a mí, independiente de la relación, pues son con quienes realizo el proceso social anteriormente descrito. Hace poco conversando con un recién amigo conocido, me decía que no podemos estar deambulando por la vida si tener al menos con quien compartir muchas experiencias y vivencias que son inevitables para muchos de nosotros y que son nuestra cotidianidad. También reflexionamos que a veces en nuestra vida estamos en etapas donde no encontramos un rumbo fijo, como si estuviésemos en un limbo mental, que no podemos adquirir grandes compromisos ni cumplir con las expectativas de alguien; podemos contar con aquellas personas que no nos podrían brindar prejuicio alguno por ello, más bien pueden ayudar como un aliciente a nuestra situación y dar una mano para salir adelante.

Que bueno es poder contar con la ayuda de una mano amiga.

Que bueno es poder contar con personas que trasciendan del protocolo de cortesía, como el saludo o la despedida, para tener personas con las que podamos contar en diferentes situaciones de la vida. Ahí pienso ­que aquellos con los que comenzamos a compartir ciertos ámbitos de nuestra vida tienen unos derechos.

Se tiene el derecho a la opinión: No hay nada más gratificante poder contarle a alguien nuestras experiencias personales, como un ejercicio de expresar nuestros sentimientos causados por dichas vivencias. El ejercicio de la dialéctica desde sus principios de la historia buscaba encontrar con la contraposición de ideas un verdad, y aunque esa filosofía se ha modernizado, no pierde algo de su esencia; si dialogamos es para poder tener respuestas, de esa manera no solo tenemos nuestra perspectiva sino también la de un tercero que nos permite construir conocimiento, así sea personal. Lo que uno podría esperar es un consejo, una reflexión, una ayuda, un consuelo, en fin; sentirse escuchado por alguien es un aliento, al sentir que no eres ignorado por el entorno ni por la sociedad.

Se tiene derecho a divertirse: Si bien con las personas que más frecuentamos y por diferentes circunstancias de la vida no hay el tiempo suficiente para socializar, claro que podemos contar con alguien que nos permita abrir nuestra mente a otros espacios y nos brinde la opción a la recreación. Siempre hay cosas por hacer, en la ciudad siempre encontraremos grandes planes que nos permitan poder cambiar de ambientes y salir de una rutina laboral o académica para poder hacer algo más divertido. Que tal una película, un café, unas buenas cervezas, escuchar música, disfrutar de los videojuegos, salir a rumbear, una buena comida o simplemente una buena conversación en un pub. Depende de nuestros gustos y de lo que queremos, siempre habrán oportunidades de poder realizar buenas actividades con nuestras amistades.

Se tiene derecho a la verdad: Lo más lógico y pues que podemos esperar de alguien es siempre la verdad. A pesar que esto debería ser algo inherente, lo específico pues muchos omiten esto; no saben que la verdad es una necesidad. Si tienes que decir algo, si algo no te parece, no te agrada, no compartes la opinión, bueno, digámoslo, no te guardes las cosas, a veces las críticas son importantes para uno poder percatarse de errores y nos permiten corregir para crecer como personas. Entonces, recuerda que siempre debemos andar con la verdad, así puede que suene sencillo como a veces puede ser hiriente, pero es lo más honesto si eres un amigo.

¿Y por qué no?, se puede tener derecho a ser un sex-friend. Muchos reconocen un amigo con derecho por esta condición. Aunque cuestioné el momento de pensar que los derechos solo incluían la parte sexual, no puedo dejar de lado este pensamiento, pues para muchos y como digo, la mayoría piensan que tu amigo con derecho es tu sex-friend. Pensaría que lo más importante de esta parte es la claridad de las cosas: si bien el beneficio de este derecho es de tener a alguien con quien puedas disfrutar del sexo fácil, seguro, sin ataduras sentimentales y pues que no trascienda a otras situaciones, es también un poco complicado en el momento de que no se sepa estipular bien la regla de la verdad. No es tan sencillo concebir una amistad de esta índole, pues son muchas las cosas que justamente podrían pasar el umbral de una buena amistad para poder ser otra cosa. Pensaría que eso depende de ambas partes y  desde que todo quede bien estipulado desde el comienzo no generaría mayor inconveniente. Puedo afirmar que existen grandes amigos con esta condición, pues encontraron el equilibrio entre tener una buena amistad y poder saciar una que otra picardía.

 Solo una decisión mutua y sincera puede marcar la diferencia entre una amistad o algo más.

Como podemos ver, existe más de un solo elemento que se puede tener a juicio al momento de conseguir una amistad, y más si queremos brindarle un derecho. Es de cada uno de nosotros ver si es lo que podemos optar o si definitivamente lo que nosotros queremos ya no es una amistad. Como decía desde el principio, esto está sujeto a la necesidad y querer de cada uno, no siempre buscamos aquello de la felicidad eterna pero si podemos encontrarnos en el camino grandes personas que nos permitan descubrir muchas otras cosas. Para terminar dejo una frase que me dejó sonando alguien: “…recuerda que parejas pueden haber muchos y pasarán, pero los buenos amigos, como la familia que escogiste, son lo que si quedan con nosotros.”

domingo, 13 de marzo de 2011

Solicito cambio de chip. O por lo menos, hacerme un upgrade.

Estos días por algunas situaciones personales he optado por cambiar de trabajo. A pesar del largo año que pasé en la empresa donde trabajaba, ya estaba un poco hastiado de la situación, de verle la cara a mi jefe, de sentarme en la misma silla, en fin, me dio un ataque de existencialismo y opté por cambiar y esta semana ando de capacitación.

Cambiar no es malo, nosotros como seres humanos debemos estar acostumbrados a ello. Con la vertiginosa velocidad en la que vamos, consideremos el hecho que debemos adaptarnos al entorno y volvernos más ágiles y menos metódicos. Cuando menos lo pienses, todos van adelante y tú te vas quedando ahí, mientras el mundo sigue y te deja tirado. A pesar que logré saciar mi necesidad de ver gente nueva, de cambiar de horarios, de ambiente, de lugar, de jefe, de compañeros de operación, de celador, de plantas, de ver otros edificios, de tomar un bus diferente, en fin, ahí me queda un hueco, algo parece no llenar de todo esa insatisfacción.

El poder de aprender siempre debería estar ahí, inherente a nosotros mismos.

A veces me siento complicado, incluso conmigo mismo. Quiero y no quiero cambios en mi, a veces me considero lo suficientemente flexible como para darme a mí mismo la oportunidad de hacer cambios, como a veces me siento lo más psicorígido posible y no puedo dejar de ser alguien metódico y cuadriculado.
Desligar en mí esos dos aspectos es algo complicado. Quisiera dejar a veces de lado la inteligencia algunas virtudes para convertirme en alguien menos complejo (se me viene a la cabeza un chiste pendejo de lo que es un niño complejo) y ser más básico. Muchas veces ser menos complejo te permite ser más feliz en otros aspectos (¿o será convertirse en menos exquisito?), si bien la gente menos agraciada conceptual luce feliz o eso puedo percibir, no podría concebir una vida llena de vacios cognoscitivos e intelectuales.

Si bien lo pensara, extrañaría bastante el poder deleitarme con una obra de Tchaikovsky, de Strauss, de Satie o de Du Pré, de poder aprovechar las ventajas de usar métodos para resolver problemas numéricos como las ecuaciones diferenciales, las transformadas de Laplace, del uso de los decibelios, de poder concebir la teoría cuántica, de poder verle la gracia al Guernica, de disfrutar y entender lo que me dice Steve Taylor en What it Takes, de sentirme emocionado al ver como Robert Langdon va detrás de las pistas al enigma que crea Dan Brown en sus historias o de poder ver un sudoku sin sentir la gana de llenarlo de números. En fin, son muchas cosas que podría perder y que dejaría de disfrutar, pero podría ser más simple, dejar de pensar en cosas que los demás si quiera llegarían a considerar (incluso como escribir esto) para dedicarme a ser feliz.

No siempre es bueno saber mucho. Debes aceptar ser más básico.

¿Qué pasaría si pudiera cambiar ello? Despertarme un día con menos preocupaciones, ver las cosas más fáciles, estar rodeado de gente que pueden ser mis amigos por lo que soy, de tener alguien a mi lado que me quiera así, sin más ni menos, sin mis virtudes y con mis defectos, de poder ir a un trabajo que me dé un sustento básico, que mi familia no ande pendiente de mi…

Que aburrido sería pensar ello, la vida ahora me demuestra que algo de lo complicado lo hace interesante (o eso lo digo por el hecho de ser como soy), pero si hace falta evaluar unos cambios necesarios para poder dejar un poco más contenta mi conciencia y mi existencia.

Necesito aplomar mis ideas respecto a otra referencia: sería bueno tener un novio. Si bien oficialmente no tengo novio por más de un año y medio, algo de mi piensa que sería bueno poder compartir muchas de mis vivencias con alguien. Todavía pienso que los demás andan mal, pero ¿y si soy yo el qué está mal? Muchos de los que me rodean, los veo en la capacidad de poder conseguir alguien de manera sencilla, parece un proceso tan fácil que me exaspera el hecho de yo no poder hacerlo. Soy sincero, he podido sacar a más de uno con excusas tontas o por argumentos poco válidos (es que no tiene estudios/es muy preparado, es que no tiene trabajo/vive ocupado, es que es muy joven/mayor, es que no tiene/tiene mucho tiempo, es que es muy bonito/feo, es que es adinerado/pobre, etc.) y realmente no veo lo simple de una persona.

Aunque soy lo suficiente crítico para afuera y juzgo por muchas condiciones, se me hace complicado hacerme ese autoanálisis (esto es un comienzo, aceptarlo) que determine lo que debo corregir. Debo dejar la prepotencia de lado, y volverme más sencillo, más básico, dejar de lado muchos aspectos para ser más persona y menos concepto, ser más humano y menos idóneo.

De alguna manera me he acostumbrado y se como ir lidiando con algo de esa soledad. Igual, si te llaman, un SMS, un mensajito al e-mail o al Facebook, a nadie le cae mal, eso nunca podría sobrar. Esto suena como a dejar mi hoja de vida al aire a ver que puede caer del cielo; aunque no creo que un príncipe sea un ángel que viene a rescatarme, si pretendo dejar esto como una manera de poder ver que necesito de cambios en mi vida. Si veo esto, me recordaré que necesito cambios, para bien y para mal. Soy un poco cobarde, no niego que algunas oportunidades estuvieron ahí y preferí salir corriendo para sentirme más seguro o aliviado, pero es solo un proceso sutil de negarme sentir algo por alguien y pues no puedo continuar así.

Esto es lo que deberíamos ver fuera de los prejuicios: la esencia de la persona.

De alguna manera quiero ser honesto conmigo mismo, no sé si esto sea un espacio adecuado, pero quiero aprovechar que no ando cargado de pensamientos ni procesos conceptuales, para darle espacio a mis sentimientos y dejar que ellos tomen el teclado del laptop y aprovechen el desorden de ideas.

Más que una propia reflexión, es una manera de que también miren y revisen si están necesitando un cambio. Un auto análisis es bueno, podemos depurar más de un mal pendejo y bueno, si casi de todo se nos salva, quien quita que solo sea un pequeña actualización o upgrade lo que sea necesario para comenzar a arreglar esos errorcitos que nos aquejan.