miércoles, 5 de febrero de 2014

Ven.

¿Será que en algún momento,
en algún lugar de este espacio,
podré encontrar esa respuesta
al incógnito e indescifrable silencio,
que ahora postras ante mí?

A veces el pecar por decir
lo que sientes en el corazón,
no es errar: es ser honesto,
más humano, más trasparente,
mejor persona, simplemente mejor.

Pero no quiero tu indiferencia,
regálame una sonrisa, un chiste de esos,
una fotografía vieja, o una nueva,
una frase complicada, para que me dejes ahí,
pensándote, meditándote, esperándote.

Si tan sólo vieras lo que veo,
o sintieras como siento,
o soñaras como sueño,
sabrías que ahorita estoy inquieto,
expectante, taciturno, disperso:
a veces herir es más fácil de lo pensado.

Ven, vuélveme a decir, que soy un ángel,
un papasito, un niño sexy,
me acostumbré sin querer, y ahora me lo creo:
me regalaste sin pensar un par de emociones,
y ahora me quitas mis pensamientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que FUERTE !