viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Así de fácil es decir “Te amo”?


Hace poco salí de un intento de relación que podría definir como intensa. Las cosas iban bien, aunque esta persona no sabía que los dos teníamos espacios que respetar, o por lo menos para distribuir. Todo un fin de semana dedicado para el, a cambio de poder tener un fin de semana mio. El resultado: me dejó.

Es curioso pensar que apenas unos días, me decía que me amaba de una forma extraordinaria, y a los ocho días me decía todo lo contrario. Así mismo, tiempo después, traté de conocer a alguien y eso fue más chistoso, porque ya casi que me amaba apenas unos días de conocernos. ¿Así de fácil es decir ahora “te amo”? ¿Acaso los sentimientos a causa de las relaciones esporádicas también se convirtieron en eso, en cosas efímeras?

Es increíble pensar que una persona se pueda enamorar de alguien en tan corto tiempo (15 días y 8 días respectivamente). No quiero subestimar el poder de entrega de las personas, ni tampoco quiero pensar que sea del todo malo eso, pero es que ese sentimiento se forja con muchas vivencias y experiencias. Es casi una vida la que uno puede gastar en conocer a una persona y así mismo en poder pensar que se puede llegar a querer mucho a alguien. Y así, pasado el tiempo, a veces nos sorprendemos de las cosas que hace alguien, porque en efecto, siempre estamos creciendo, cambiando, moviéndonos…

Era evidente que apenas pasara algo con nosotros, así mismo se olvidarían de mí. Para ambos casos, después de manifestarse verbalmente y por escrito lo mucho que sentían y querían estar conmigo, a los días, ya salían con alguien y lo más seguro es que a ellos ya les está diciendo lo mismo que a mí me decían unos días atrás: te amo (me consta).

Uno de ellos me decía que los sentimientos es como una llama que arde y que al final podía pasar dos cosas: que podía quedar una leve brasa que ardería por mucho tiempo, o que los leños se quemarían rápido y después la llama estaría por apagarse, una llama muy suave, muy tenue. Creo que en la explicación falto decir que la llama se puede apagar si no se alimenta. O tal vez, incluso, esa llama se puede apagar si quieres, y tienes la opción de prender otra, y así sucesivamente.

Las emociones que tan rápido se crean, así mismo rápidamente se consumen. Eso del amor es todo un proceso, diría yo más que complejo. No por algo muchos han hablado, escrito canciones, prosas, versos, poemas, libros, han hecho películas, se han desatado guerras... en fin. Es todo un concepto que atrae, inspira. Si tanto han hablado de esa palabra, ¿será posible que nombrarla, así como así, realmente enamora? No lo creo. No es cuestión de ser un apático sentimental, pero si el hecho de poder tener la certeza que cuando uno se enamora, se vive eso realmente, se pierde esa noción del tiempo, de la vida, que eres parte de otro, que los dos somos uno, que la vida al lado de él es todo lo que cuenta y lo que vale. Son tantas cosas indescriptibles, que en efecto, realmente estar enamorado y amar a alguien es un estado de vida.

Yo lo que pido acá es sencillo, que usemos el término en el modo correcto y de la forma que realmente se merece. A veces podemos aprender a querer a alguien en poco tiempo de una forma impresionante: eso no lo dudo. Que las conexiones mentales y físicas que pueden existir con alguien pueden ser más que relevantes contra otras personas. Pero no podemos echar en saco roto que el conocer a alguien es un proceso que requiere de tiempo, de esfuerzo, de paciencia y sobre todo, de dedicación. De hecho, esa frase de la cerveza Club Colombia tiene toda la razón: "Las mejores cosas de la vida toman tiempo”. El tiempo evidentemente es el factor clave y de éxito sobre una relación. Y aun así, es un término tan relativo, por lo que describía en un comienzo: necesitas de una vida entera para descubrir realmente quien es alguien.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Criticamos y no aplicamos.


Ya son 500 miembros los que cumple el grupo que fundé con un amigo llamado Bogotanosos. Para mi es un motivo de sentimientos mezclados: es un orgullo personal y grupal afirmar que una idea ha sido adoptada por mucha gente y que nos siguieran muchos más porque queremos plasmar la necesidad de mostrar algo diferente a la comunidad osuna de Bogotá; espacios donde se puede hacer y manifestar cultura en torno a ambientes fuera de los convencionales. Sin embargo, me queda un sinsabor pues salí del grupo por un malestar generado por algunos miembros del grupo que quisieron hacer de mi vida todo un show público y evidentemente no solo yo salí lastimado de todo esto, porque muchas personas también cercanas se vieron afectadas con eso. En un momento de rabia y de necesidad propia pensé que lo mejor era poder ser invisible por un momento, porque quería sentirme tranquilo y dejar de ser el tema de conversación desagradable de varios integrantes con los que compartí de forma muy cercana un par de semanas atrás.

Desde una perspectiva mucho más lejana, he descubierto que el grupo comenzó a caer en algo que muchos criticamos de la sociedad gay en general, que es la constante discriminación por las personas diferentes a nosotros. La primera instancia del grupo fue en pensar en un espacio donde íbamos a tener una convivencia de amigos, donde no se pudiera poner a juicio las cosas como el físico y las opiniones personales. Sin embargo, la gente sabe confundir esas cosas: pensaron que el físico aceptado en el grupo tenía que caer en unos estereotipos que evidentemente algunos critican pero que nosotros admiramos, y muchos creyeron que el poder de expresar un pensamiento era también el de poder decir las cosas como mejor le convenga, aun sin pensar que se puede ofender y herir a otras personas con comentarios que son irrespetuosos e incluso groseros.

Mientras estuve al tanto, trataba de coordinas las ideas en un pensamiento de colectivo fundamentado por unas normas de respeto a los demás integrantes y manejando información de interés para los demás. Sin embargo, es muy difícil poder cambiar un pensamiento así como así: la gente a veces se arraiga a ideas que tal vez no son las más correctas, pero que para ellos son sus verdades absolutas. Tampoco mi idea es implantar en la gente un pensamiento, porque sería violentar esa parte de “libertad” que describí arriba, pero si la de tomar una conciencia sobre las buenas prácticas que se pueden tener en un grupo y de lo que podemos aprender en un ejercicio de un colectivo donde se pueda crecer compartiendo el conocimiento y la voz de todos, así sea en una red social muy conocida, porque igual se puede practicar esas cosas ahí.

Hubo discusiones donde el físico era lo trascendente: ¿acaso la comunidad osuna no es aquella dónde aceptan a las personas como son, indiferente de que tan gordo o tan velludo seas? Yo traté de explicar de varias formas que lo que se vive acá es un proceso de adaptación cultural donde hablamos de una cultura osuna, aunque no sea muy fuerte la participación de los tipos con algunas cualidades físicas comunes de esta comunidad. Recuerdo y enfatizo que este movimiento nació en los ochenta como un rechazo al convencionalismo que se había creado socialmente sobre la etiqueta gay: gente delgada, con cuerpos marcados, enfatizando los rasgos femeninos y delicados de los hombres. Bares como el Lone Star y las revistas como Bear Magazine son las pruebas fehacientes de que podía haber una opción diferente y que también tenía el mismo fundamento: la homosexualidad como opción de vida. Incluso para muchos fue un motivo de celebración el poder sentir que también podían ser deseados por ser diferentes al resto, por ser gorditos, barbudos, velludos, sin necesidad de demostrar una súper dotación, sin necesidad de versen en una forma actuada o mejorada; simplemente como son, en su estado natural, como hombres normales con una vida normal y que les gustaba las personas con una forma de pensar similar.

Si lo vemos desde esa forma, lo importante de la comunidad desde un comienzo fue claro, no queremos vivir en unas normas donde tienes que sentir que encajas por unas características particulares: tienes la opción de ser como eres y sentirte igual de orgulloso por ello, porque no satisfaces una necesidad consumista y social. Pero si retomo la discusión generada en el grupo, muchos todavía encontraban un conflicto porque no veían tipos lo suficientemente velludos, o gordos, o adultos, o lampiños, o jóvenes… en fin. La discusión podría ser igual de larga y extensa que la de una comunidad gay en un estado estereotípico discutiendo sobre como debes ser y como deber verte ante los demás para estar bien y sentirte identificado como gay.

También escuché y leí varias veces que se reprimía la sexualidad al punto que decían que cuadrábamos un espacio de “mojigatería”. Supongo que en las redes sociales, casi en todas las que conozco (por no decir que todas) se promueve el sexo como un elemento inherente o incluso evidente. La sexualidad es un tema tan diferente al sexo si nos referimos explícitamente a ese término. Todos somos libres de vivir nuestra sexualidad de la forma que queramos: no niego que nosotros como homosexuales e incluso varios bisexuales, el tema del sexo es algo que genera cierta discusión porque somos muy impulsados por esa necesidad física. Y es que independientemente de que tipo de personas te gusten, el sexo es un tema que siempre está ahí. Aunque eso igual se vive en la comunidad heterosexual porque está implícito en casi todo, nosotros actuamos un poco más liberales. El grupo mostró un evidente rechazo de prácticas de personas que quería ver un espacio donde podías encontrar un ligue, un polvo o así sea una relación con alguien más, y digo relación no solamente a relaciones sexuales: el fin del grupo es la de un colectivo, por ende promovemos información que sea de utilidad no solo para algunos sino para todos, es eso. Igual si ves a alguien el grupo te guste, al ser una red social abierta tu puedes conversar con esa persona por aparte y lograr el mismo objetivo, solo que no se usa el grupo como un medio directo. Estoy seguro que las personas que armaron una controversia por el hecho de no poner contenidos de ese tipo son los mismos que estaban afiliados al menos a un par de páginas más donde si puedes hacer eso, y aun así querían persistir con el tema. A veces la gente no comprende que hay muchas formas de lograr eso, y pues si encuentras una opción diferente, se puede respetar y si no te agrada, pues la puedes dejar de lado. Pero siempre quieren encontrar la forma terca de imponer ideas al punto que ellos mismo se dejan ver como los desplazados del grupo sin ver que la cuestión realmente es la de aceptar algunas sugerencias adoptadas por muchos.

Eso de dirigir muchos pensamientos es complicado: póngase en la tarea de complacer los pensamientos de todos y dejarlos satisfechos. Puedo decir que es imposible, porque todos somos muy diferentes y salvo por unas particularidades muy comunes entre todos, es complicado de lograr. La mejor tarea del grupo es la de escuchar y permitir que se puedan expresar, pero se abrieron espacios varias veces y la gente no los usó, y cuando se tomaron decisiones que consideramos de manera personal como las mejores para todos, ponían el “grito en el cielo” indicando que actuábamos como nos place. La mayor parte de las decisiones de tomaron de una forma muy democrática: las decisiones de aquellos que demostraron un interés y participaron en reuniones o en debates por mejorar o por dar diferentes opciones fueron las que se tuvieron en cuenta para hacer cosas. La gente manifiesta que no pueden opinar, pero tienen un espacio abierto donde pueden manifestar abiertamente lo que piensan.

Acepto que alguna vez se cometieron errores y se censuraron comentarios, por cosas de indiferencias y ofensas directas e indirectas. No soy ni somos perfectos: cometemos errores y ellos son los que nos permiten ser mejores. Pero mientras la gente no tome una verdadera conciencia sobre lo que quieren ahí, el grupo no podrá progresar, porque es que el grupo somos muchos, no solo uno o dos. Cuando vi que caímos en esos errores, además de unos motivos personales, tomé la opción de alejarme como una forma de pensar mejor las cosas. Nunca he abandonado la idea porque es un proyecto interesante. Acepto que es la primera vez que ando tan al frente de mucha gente y que mucha gente me ha manifestado lo importante es que para ellos Bogotanosos. Eso me alegra, como lo manifesté al comienzo de esta entrada, y quería sentarme un poco lejos para ver que podía ver mal y así poder tratar de corregirlo.

Ojalá muchos vean que los cambios macros que queremos ver ahí, comenzarán si hacemos nosotros unos cambios personales, y no lo digo por el grupo, sino por la sociedad en general. Somos unos críticos de los modelos políticos, de los modelos sociales e incluso los modelos culturales que tenemos en la actualidad, pero no somos capaces de ver que hacemos cada uno de nosotros para permitir sentirnos un factor de cambio. Si así fueran las cosas, no solo el grupo funcionaría, sino la sociedad en general sería mejor, pero eso ya es algo que es complicado de cambiar, porque siempre estamos muy tercos y resignados a creer que los cambios no se puedan dar.

Yo demostré con esto que si es posible poder hacer cosas con amigos y con otras personas fuera de espacios como bares, y lo logré, al punto que callé bocas y conseguí admiración de otras. Aunque el motivo no era generar esos efectos, si sentí que pude ser un factor de cambio. Entonces la idea es seguir cambiando perspectivas y seguir demostrando que se pueden hacer otras cosas: esa se convirtió en una meta y un objetivo principal.

Igual agradezco si alguien quiere reprochar, criticar o comentar esto, a favor o en contra, porque esto es lo que genera un debate y eso es lo que nos permite crecer pues las opiniones de los demás nos permiten construir conocimiento. Estas palabras son muy personales, no son las que manifiestan el grupo, es lo que pienso y es lo que puedo opinar de momento. Además que hace un buen tiempo no escribía y quería tocar el tema que para mi se convirtió en algo que es parte de mi vida.

martes, 21 de agosto de 2012

Alucinando entre sombras.

Y quiero poder estallar, 
quiero poder aniquilar el exiguo de tranquilidad, 
suprimir los pensamientos coherentes, 
darle rienda y poder a la locura.

Quiero ser una alegoría a la infamia pues he obrado mal, 
he prostituido mis ideas, 
he sido herramienta de satisfacción, 
corrompí el alma con actos lujuriosos,
he disfrutado de la lascivia ajena.

Quiero satanizar mi mente, 
apuñalar la felicidad pues se ríe de mí,
demostrarle mi perfidia al amor mientras lo aniquilo, 
quiero volver el arcoíris una monocromía, 
quiero llegar directo al averno.

Quiero desaparecer del espectro, 
que nadie se acuerde de mi, 
que no puedan pensar que existo o existí, 
quemarme entre llamas y sentir el fuego, 
dejar de sentirme y solo ser un montículo de cenizas.

Quiero decirle al mundo todos los improperios habidos, 
me trajo a sufrir, a ser una víctima que este maldito juego llamada vida,
por eso te mueres y sufres,
por eso te denuesto.

Quiero hacerme una lobotomía, 
extirpar de mi mente razones puras del corazón, 
poder escuchar esas sórdidas ideas,
alabar la blasfemia del bastardo.

Quiero vomitar las ideas, 
solo me siento entre pensamientos escatológicos, 
pero ya pronto todo terminará, 
somos artífices de nuestra muerte, 
nosotros mismos elaboramos nuestra tragedia.

Pronto será el final de la locura, 
dejará de ahogarme el delirio y la demencia, 
si él no me logra matar, 
dejaré que la mente se suicide.

martes, 21 de febrero de 2012

¿Al mayorcito le gusta el jovencito, o viceversa?

En la mayoría de relaciones que he podido evidenciar en mi vida y que la mayoría las he percibido mientras circundaban en un ambiente que iba conociendo o que en mi propia experiencia han sido mis relaciones, puedo ver claramente que algunas personas mayores gustan de los jóvenes o al revés; son varios motivos relevantes que quiero desarrollar en el fragmento de estas ideas escritas.

Muchos mayores opinan que en la mayoría de los casos que los jóvenes se ven interesados por ellos es porque tienen una estabilidad profesional – y por ende económica – que les permite gozar ciertas cosas que una persona que apenas está estudiando o que comienza a laborar difícilmente disfrutaría. Muchas de esas cosas conciernen a salir de viaje, comprar cosas, disfrutar de eventos, no se, las diferentes cosas que usted podría hacer con dinero. Si nos imaginamos estar en la posición en que yo no tengo nada pero otro si me puede ofrecer una variedad de planes y oportunidades de hacer cosas a un precio relativamente económico entonces cualquiera se animaría a intentarlo. Igual no es posible generalizar esta situación, pues claramente existen las posibilidades de que los jóvenes no necesiten de esa clase de ayuda, pues ya son autosuficientes, porque realmente no les interesa el poder adquisitivo del otro o porque cuentan con suficientes recursos como para necesitar de más. El lógico que exista estas últimas posibilidades, aunque es evidente que la mayoría de los casos conocidos sugieran que las relaciones costo – beneficio las disfrute más los viejos que los chinitos.

Y es que a veces, el mayorcito disfruta estar en andanzas con el chinito; tal vez eso le hace sentir joven.

Escuchaba una canción interesante de El cuarteto de Nos llamada Nada es gratis en la vida. Justamente el estribillo dice algo como:

"Sea con dinero o no,
siempre se paga un favor
y si veo que algo es fácil
yo dudo enseguida.
Pague antes o después
la cuenta va a aparecer
y esta claro de que
nada es gratis en la vida…"

Que sabias palabras pensé cuando las escuché de este grupo tan particular, pues evidentemente dicen la verdad. Si bien muchos mayores ofrecen la oportunidad de dar algo a cambio de supuestamente no recibir nada, efectivamente ese nada en si es la espera de poder satisfacer un aspecto de la necesidad del hombre mayor. Muchos maduros encuentran un agrado prevalente por la juventud en muchos casos por un tema meramente sexual, pues asumo que pensarán que en los jóvenes se encuentran las hormonas en exceso que tal vez muchos piensan que necesitan para sentir una especie de complemento. Independiente de los temas de roles en la cama, no se niega que tanto en las relaciones homosexuales como heterosexuales, muchas de las fantasías de los hombres en general con edades ya avanzadas son las de estar con personas muchos más jóvenes que ellos. En ese caso si puedo decir que muchos de los tipos maduritos efectivamente disfrutan de los jovencitos: no se si es un fetiche, una fantasía, algo de morbo, no se; pero es algo que genera placer.

Los jóvenes también disfrutan lo que puede llegar a ofrecer alguien que la misma experiencia de la vida lo ha hecho ser todo un experto en el tema de la sexualidad. ¿Y acaso no han pensado que si el madurito ha recorrido más el camino de la vida, también haya practicado más el arte de amar en un catre para ser un experto? Muchas veces por buscar esa misma experiencia de absoluto placer, un joven ve con agrado la necesidad de estar con alguien que no solo le enseñe, sino que también le permita disfrutar lo concerniente al tema sexual. Pero como no todo es perfecto, es evidente que en ocasiones suela pasar que el estudiante sea más inteligente que el profesor y simplemente la clase ya no será interesante.

Igual, en este caso es necesario evaluar lo concerniente a lo que definimos como beldad y eso pone también a evaluar lo referente a los temas de edades. La belleza es única para cada persona: no podemos definirla como algo universal porque mi propia experiencia me ha permitido encontrar que la belleza es definible de una manera subjetiva. Es evidente que los gustos de algunos para otros sean  aberrantes o desagradables, entonces en ese caso si puedo pensar que a nivel de la belleza todo se vale y así mismo por lo que nos gusta, evidentemente habrá ciertas edades en las que encontraremos esas características que nos agradan. Aunque conozco mayores que claramente disfrutan de estar cerca a alguien mucho menor que ellos o viceversa, no niego que también conozco de los mayores que les encantan sus contemporáneos y así también entre los jóvenes, pero en este caso me concentro en las experiencias de relaciones entre los jóvenes y los maduros.

¿Acaso un buen polvo con todo un semental debe ser negado?

Digamos que si descartamos los factores plata y sexo, entonces las posibilidades de interacción entre las personas con opuestos en edades se centran en una amistad o una posible relación. Para el caso puntual de las amistades se puede pensar que las edades y las amistades no tienen reglas. Todos contamos con amigos o conocidos de diferentes edades, y en ese ámbito no hay muchos más que decir: si son amigos son por muchos motivos y estos son únicos en cada uno de nosotros. Si ya hablamos de una relación personal, el tema es diferente.

No puedo garantizar que las relaciones entre estos opuestos funcionen a la perfección, pues incluso de entrada las preocupaciones reales de algunos es: “¿Y qué pasará si yo ya estoy muy viejo y se aburre de mi?” o tal vez “¿Y si dejo de ser joven y no le sigo gustando?”. Las preguntas sobran, porque son reales casos en los que se ve que si la diferencia de edad es suficientemente grande como para poder aparentar más una relación de padre e hijo, entonces realmente si es complicado pensar que eso pueda llegar a funcionar. No se puede negar que los casos de éxito existen, porque realmente los hay, pero es que son muy pocos. Digamos que la diferencia no es tan grande, en esos casos se puede pensar que si hay más posibilidades de prosperar, porque en realidad, tienes la oportunidad de construir cosas en común y no esperar que alguien ya tengo una vida para irte a invadir lo que construyó el otro. Eso es lo que frecuentemente sucede en los casos de una convivencia donde no se estipuló mutuamente que era lo que querían hacer ambos en sus vidas y en su relación. Para muchos es difícil asumir llevar sus vidas y sus relaciones con personas que compartan una misma edad, aunque pueda que compartan muchas cosas que agraden a los dos; esa parte es compleja porque es propia de cada individuo.

Si nos ponemos a preguntar a cada sujeto joven porque le gusta la gente mayor, las respuestas tal vez son las mismas que si les preguntamos a los mayores sobre el gusto por los jóvenes. Algunos simplemente no conciben la idea, pues en muchos casos el factor físico es un elemento que no se puede engañar. No juzgo el gusto como tal, pues evidentemente hay cosas que como anteriormente indicaba, son tan propias de cada individuo que son casi incuestionables. La oportunidad está en saber aprovechar de manera sincera y honesta esas diferencias que no solamente la edad trae: las vivencias, los gustos, las aficiones, incluso el amor y el sexo. A veces y la misma naturaleza nos demuestra que los opuestos se atraen por naturaleza y en cierto modo es una forma de equilibrio que permite que haya una coexistencia válida y armoniosa, aunque la sociedad y las mismas personas no nos percatemos de ello. Resulta evidente que esta misma sociedad tan castrante relacionan más estas relaciones por el lado del “efectivo” que por un lado “afectivo”, sin embargo, lo más relevante y lo más importante en cualquier relación, independientemente de la edad es que se sepan explorar todos los ámbitos de nuestra pareja y dejar que el amor indique que es lo que debemos hacer, así y solo así se puede llegar a construir algo genuino y verdadero.

Si sabes disfrutar la relación con alguien mayor o menor que tu, hazlo, no te niegues si es lo que más te gusta.