Y no pude evitar sentirme mal;
todo lo bueno se quebró,
sentí como se desmoronaba toda una felicidad mientras te reías.
Es trágico,
quería salir corriendo de ahí,
poder ponerme a llorar,
poder odiarte,
poder desaparecer.
Pero tu felicidad es mi tragedia,
es mi agonía,
es mi melancolía.
Tal vez lo sentí venir;
¿pero quién quiere ser frentero a la realidad si la misma te muestra una desdicha?
No podía pensar que las cosas fueran tan duras,
pero tú me diste esas alas y con unas palabras me las quitas.
Me heriste sin querer,
mi cabeza no podía pensar en otra cosa,
en pensar que todo era bueno,
mucho mejor;
tú mismo me lo dijiste varias veces,
entonces no lo puedo entender.
Quiero borrarte del todo,
pero es complicado.
Si tan solo pudiera lanzarme sin el miedo de caer…
A veces, desearía poder caer.
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