miércoles, 12 de octubre de 2011

Coming Out Day.

Todavía falta un poco para que sea la medianoche. Ya es la costumbre que no pueda conciliar el sueño a estas horas, además que como sé que mañana no tengo que trabajar eso me motiva aún más a quedarme frente a mi laptop. No fue por escoger, pero por un pequeño daño del bombillo de la lámpara de mi habitación, suelo dejar algo de luz con mi televisor en muy bajo volumen; curiosamente están pasando la película Burlesque y veo que por ahí aparece Cher, también Christina Aguilera e incluso Stanley Tucci, aunque esta noche no es para ver el TV.

Mientras leía algo de noticias antes de ir a descansar, me he topado con que hoy se celebraba el día para salir del armario, o en ingles llamado el Coming Out Day: después opté por revisar algunos blogs que sigo y efectivamente me encontré con la verdad al respecto. Para cultura general, es un día internacional que se celebra desde el año de 1988 y que coincidió con la celebración de la Segunda marcha por los derechos de los Gays y Lesbianas en Estados Unidos. El proyecto apoyado con la fundación Human Rights Campaing pretende ayudar a la población del sector LGBT a vivir en un espacio donde los derechos y la libertad de expresión sean respetados por todos y cada uno de los habitantes.

Imagen oficial del Coming Out Day.

El objetivo principal de este día es el poder participar para que todos reconozcan que en el entorno existe también la diversidad por el gusto sexual. Así que bueno, si querer pensarlo y sin saber mucho al respecto, hoy tuve la oportunidad de participar en el poco tiempo que estuve en la calle. Aclaro esto, pues si hoy tuve algo de tiempo para pensar y escribir es gracias a una “infección aguda de las vías respiratorias superiores”, tal como lo dice la incapacidad que me ofreció el doctor Rodolfo Briceño esta mañana cuando pasé a su consultorio por urgencias a causa de una sintomatología de gripe común. Entonces a mi lado decorando mi mesa de noche, aparte de las cosas que siempre han estado, también hay unas cajitas con medicamentos: Amoxicilina, Ibuprofeno, Cetirizina y el Rhinocort Aqua.

Mientras iba de camino al trabajo, estaba pensando en donde bajarme para poder ser atendido de urgencias, pues mi preocupación era la incapacidad laboral. Cuando tomé la decisión opté por ir a la clínica que queda al lado de mi trabajo. No me acordaba que llevaba dos manillas, una que tiene los colores de la bandera gay, la otra que me regaló un amigo con los colores de la bandera de la comunidad bear. Fue casi inevitable que un caballero con su edad se quedara viéndome con ganas de todo menos de charlar; pensé yo “… pero es que ando enfermo, se supone que debo lucir así…” aunque sus gestos no fueron exactamente una consecuencia de lo que pensaba. Sin embargo, tuve que bajar, pues en verdad si me sentía mal y quería que me viera un doctor, no un tipo simpático.

Es curioso, pero la comunidad cada vez se ha vuelto tolerante con la gente homosexual. Ahora puedo ver que más parejas pueden caminar por la calle y la gente ya no se sorprende tanto y es que justamente algo de eso son los actos que permiten que los demás vean que estamos ahí, inherentes entre la gente y demostrando nuestra posición. No puedo pensar en que la gente nos acepte en la sociedad si nosotros a veces nos sentimos aceptados fuera de la sociedad.

Si bien recuerdo, no tuve la oportunidad de salir del closet pues me sacaron a las malas de ahí. Entonces hallo este espacio como esa oportunidad que no tuve, para decirles a todos que SOY GAY. Y si es necesario, me acordé de una frase que dicen en una película llamada Bear City que dice: “... admitir que te gustan los osos es como salir del armario dos veces. Ya lo sé…” Acepto también con esto que me gusta mucho la gente de la cultura bear: osos, cachorros, gorditos, en fin. A veces aceptarlo si es difícil, pues no basta a veces con tomar la decisión de ir contra los demás, para que cuando entres en este círculo más pequeño sigas yendo hacia el lado poco común. Sin embargo no me avergüenza y por el contrario, me agrada poder decirlo pues creo que antes no lo había manifestado tan abiertamente como lo acabé de hacer en este espacio.

Espero que muchos también tomen la iniciativa desde un espacio más anónimo  como este si no prefieren uno tan público a darse la oportunidad de ser lo que realmente deberían ser.

2 comentarios:

MR. BLISS (UNA LEYENDA URBANA DE POCA TRASCENDENCIA) dijo...

Sin banderas, sin simbolos, sin fechas especiales...cualquier dia es bueno para salir del closet y sentirnos orgullosos de quienes somos y seremos en nuestras vidas...es el momento de demostrar que se vale no por una tendencia sexual, sino por nuestra humanidad...abajo el arcoiris, la bandera parda, abajo toda distinción, no debe haber diferencia entre ser homosexual, bisexual, heterosexual o lo que sea, es mas no deberian existir estas palabras.

El verdadero orgullo esta en ser si mismos sin importar que digan u opinen de aquello.

miguel dijo...

el amarmario es para la ropa ... dicen algunos
pro salir s¡del armario es un paso dificl para cada persona . pero aun mas dificil para un hombre adulto que ya tiene sus principios y esquemas cuadriculados
hubiera espacios para nosotros donde sentir el apoyo
por que el temor y el miedo a todo es tan fuerte que te paraliza
sufre
joder por que esta desicion de salir ha de ser tan radical