A veces retornar es difícil. Uno
nunca sabe que puedan decir, que puedan pensar, o incluso los motivos de esa
decisión. Como cualquier llegada a un espacio ya habitado, se reviven
nostalgias y también se acuerda uno porque quiso dejar de lado eso; una
dualidad de sentimientos entran en conflicto, pero la decisión ya está tomada y
volví.
Los días mientras estuve lejos
han sido complicados: los sucesos vividos me han de poner a pensar que he
vivido muchas cosas en poco tiempo. Amores, desamores, decepciones, el grupo,
la familia, trabajos, la tesis, nuevos amigos, nuevos enemigos, los de siempre,
los de ayer, los de hoy, los que vendrán, los viajes, las giras, los chismes…
Si me pongo a pensar de todo lo
que he hecho, supongo que a veces estos espacios se quedan cortos para ahondar
en tantos detalles. Sin embargo, una que otra cosa se puede decir, porque
siempre hay algo que decir. ¡Pero qué decir!
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