lunes, 21 de marzo de 2011

¡Qué vivan los amigos con derechos!

Hace muy poco tiempo, he descubierto gracias a muchas personas allegadas a mí la importancia de no estar solo en la vida. Si bien a veces somos seres que necesitamos de la soledad también reconocemos que somos personas sociales activamente; como seres de la sociedad debemos actuar como tal. Alguna vez alguien decía que somos sociales por naturaleza y eso incluye la interacción diaria con las personas que nos rodean y que de una u otra manera siempre están ahí junto a nosotros. Reconozco que no cuento con alguien con quien compartir en todo mi ámbito, espacio y tiempo disponible, pero eso no significa que pueda estar con personas con las que también se pueden construir grandes cosas. Muchas veces pecamos en pensar que las grandes experiencias se viven con una persona; a veces los procesos más enriquecedores también se logran exclusivamente con muchas personas de nuestro alrededor.

Por ello, esta entrada está dedicada a los amigos y compañeros que están junto a mí, independiente de la relación, pues son con quienes realizo el proceso social anteriormente descrito. Hace poco conversando con un recién amigo conocido, me decía que no podemos estar deambulando por la vida si tener al menos con quien compartir muchas experiencias y vivencias que son inevitables para muchos de nosotros y que son nuestra cotidianidad. También reflexionamos que a veces en nuestra vida estamos en etapas donde no encontramos un rumbo fijo, como si estuviésemos en un limbo mental, que no podemos adquirir grandes compromisos ni cumplir con las expectativas de alguien; podemos contar con aquellas personas que no nos podrían brindar prejuicio alguno por ello, más bien pueden ayudar como un aliciente a nuestra situación y dar una mano para salir adelante.

Que bueno es poder contar con la ayuda de una mano amiga.

Que bueno es poder contar con personas que trasciendan del protocolo de cortesía, como el saludo o la despedida, para tener personas con las que podamos contar en diferentes situaciones de la vida. Ahí pienso ­que aquellos con los que comenzamos a compartir ciertos ámbitos de nuestra vida tienen unos derechos.

Se tiene el derecho a la opinión: No hay nada más gratificante poder contarle a alguien nuestras experiencias personales, como un ejercicio de expresar nuestros sentimientos causados por dichas vivencias. El ejercicio de la dialéctica desde sus principios de la historia buscaba encontrar con la contraposición de ideas un verdad, y aunque esa filosofía se ha modernizado, no pierde algo de su esencia; si dialogamos es para poder tener respuestas, de esa manera no solo tenemos nuestra perspectiva sino también la de un tercero que nos permite construir conocimiento, así sea personal. Lo que uno podría esperar es un consejo, una reflexión, una ayuda, un consuelo, en fin; sentirse escuchado por alguien es un aliento, al sentir que no eres ignorado por el entorno ni por la sociedad.

Se tiene derecho a divertirse: Si bien con las personas que más frecuentamos y por diferentes circunstancias de la vida no hay el tiempo suficiente para socializar, claro que podemos contar con alguien que nos permita abrir nuestra mente a otros espacios y nos brinde la opción a la recreación. Siempre hay cosas por hacer, en la ciudad siempre encontraremos grandes planes que nos permitan poder cambiar de ambientes y salir de una rutina laboral o académica para poder hacer algo más divertido. Que tal una película, un café, unas buenas cervezas, escuchar música, disfrutar de los videojuegos, salir a rumbear, una buena comida o simplemente una buena conversación en un pub. Depende de nuestros gustos y de lo que queremos, siempre habrán oportunidades de poder realizar buenas actividades con nuestras amistades.

Se tiene derecho a la verdad: Lo más lógico y pues que podemos esperar de alguien es siempre la verdad. A pesar que esto debería ser algo inherente, lo específico pues muchos omiten esto; no saben que la verdad es una necesidad. Si tienes que decir algo, si algo no te parece, no te agrada, no compartes la opinión, bueno, digámoslo, no te guardes las cosas, a veces las críticas son importantes para uno poder percatarse de errores y nos permiten corregir para crecer como personas. Entonces, recuerda que siempre debemos andar con la verdad, así puede que suene sencillo como a veces puede ser hiriente, pero es lo más honesto si eres un amigo.

¿Y por qué no?, se puede tener derecho a ser un sex-friend. Muchos reconocen un amigo con derecho por esta condición. Aunque cuestioné el momento de pensar que los derechos solo incluían la parte sexual, no puedo dejar de lado este pensamiento, pues para muchos y como digo, la mayoría piensan que tu amigo con derecho es tu sex-friend. Pensaría que lo más importante de esta parte es la claridad de las cosas: si bien el beneficio de este derecho es de tener a alguien con quien puedas disfrutar del sexo fácil, seguro, sin ataduras sentimentales y pues que no trascienda a otras situaciones, es también un poco complicado en el momento de que no se sepa estipular bien la regla de la verdad. No es tan sencillo concebir una amistad de esta índole, pues son muchas las cosas que justamente podrían pasar el umbral de una buena amistad para poder ser otra cosa. Pensaría que eso depende de ambas partes y  desde que todo quede bien estipulado desde el comienzo no generaría mayor inconveniente. Puedo afirmar que existen grandes amigos con esta condición, pues encontraron el equilibrio entre tener una buena amistad y poder saciar una que otra picardía.

 Solo una decisión mutua y sincera puede marcar la diferencia entre una amistad o algo más.

Como podemos ver, existe más de un solo elemento que se puede tener a juicio al momento de conseguir una amistad, y más si queremos brindarle un derecho. Es de cada uno de nosotros ver si es lo que podemos optar o si definitivamente lo que nosotros queremos ya no es una amistad. Como decía desde el principio, esto está sujeto a la necesidad y querer de cada uno, no siempre buscamos aquello de la felicidad eterna pero si podemos encontrarnos en el camino grandes personas que nos permitan descubrir muchas otras cosas. Para terminar dejo una frase que me dejó sonando alguien: “…recuerda que parejas pueden haber muchos y pasarán, pero los buenos amigos, como la familia que escogiste, son lo que si quedan con nosotros.”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La charla franca y sincera de los amigos enrriquece a los participes. En ella se construyen nuevos puntos de vista.

Mientras se expresan las vivencias y las sensaciones, se aumenta el lazo de amistad.

Bien por este blog!!! Sigue adelante

Unknown dijo...

Es un tesoro invaluable un amigo, es muy profundo y aterrizado lo que dices. Espontánea y clara es la clave en tosa relación. Felicitaciones.